Carpeta turística de Priego - Capítulos
HISTORIA
Breve resumen de la historia de Priego de Córdoba

 

L

             



a historia de nuestra ciudad no puede entenderse aisla­da. Los acontecimientos más sobresalientes de Andalucía, España, África y Europa, enmarcados en la gran zona cultural que se ha desarrollado en el Mediterráneo, han incidido necesariamente en el devenir de los prieguenses. 

       

10.02.01. Homenaje a la bandera nacional.          El conocimiento histórico de nuestra comarca cada vez es mejor conocido gracias a los laboriosos estudios de un grupo de profesores e investigadores, entre los que pode­mos destacar a Rafael Carmona Ávila, Beatriz Gavilán Ceballos y a la profesora María Asquerino Fernández. Actualmente, los restos más antiguos que se han encontrado datan del Paleolítico Medio, localizados en varios lugares como en la Cueva-Sima de Cholones, en Zagrilla. La cultura del Homo Sapiens Sa­piens del Paleolítico Superior también está presente en nuestra comarca. Pero es durante el Neolítico (5000-3000 a. C.) cuando la Prehistoria de Priego se nos muestra ver­daderamente rica, con abundantes yacimientos y materia­les excepcionales. La Cueva de los Mármoles, Huerta Anguita, Murcielaguina, El Tocino, Los Inocentes y la de Cholones, citada anteriormente, forman el conjunto      más rico de toda la provincia de Córdoba. En ella se han encontrado cerámicas de almagra decoradas e incisas, restos de trigo y cebada, riquísima industria pétrea y ósea, destacando las anchas espátu­las, los finos punzo­nes, las abundantes varillas, etc. 

                 Poseemos, igualmente, buenas muestras de pintu­ra y grabados en cuevas, destacando las que presentan esquematizada la figura humana y animal, y aquellos esquemáticos, más o menos claramente identificables dentro de la tipología, como pectiniformes, ancoriformes, cruciformes, etc. Del Calcolítico apareció un tensador textil que junto con otro encontrado en la Cueva de Nerja forman los dos únicos ejemplares aparecidos en toda la península. De la Edad del Bronce se han encontrado varios enterramientos con su ajuar funerario casi completo, compuesto de cerámicas, sílex, espadas, puñales y brazaletes de arquero. 

10.02.10. Falcatas. Museo Municipal de Priego de Córdoba. 

                La Protohistoria la tenemos documentada en yacimien­tos como Cerro Severo, Sierra Leo­nes y Torre Alta, entre otros. 

               El hallazgo de una colonia de figu­rillas femeninas de terracota en la calle Carrera de las Monjas, innumera­bles lápidas y nu­merosísimas mone­das encontradas en todo el término mu­nicipal, con las efi­gies de Adriano, Trajano, Vespasia­no y Constantino, entre otros, acredi­tan una fuerte roma­nización de la comarca. 

               A mediados del siglo IX se la denominaba Medina Bagha o Medina Bahiga, y como capital de una de las coras o provincias musulmanas desempeña un importar papel en las guerrillas sostenidas por los emires cordobeses contra Omar ben Hafsum, Said ben Mastana y los cabecillas Banu Matruh.  

               Desaparecido el Califato de Córdoba, la villa de Priego formó parte, primero, del Reino Zirita de Granada, y, después, del Reino Nazarita. En 1226 el rey Fernando III «después de haber alzado el cerco de Jaén por Alcaudete llegó a Priego y la tomó al tercer día, con prisión de mucha gente, excepto la que se encerró en alcázar, la cual se rindió a seguido, si bien otros dicen ?que habiéndolos pasado a cuchillo fue asolado el pueblo. En él había muchos caballeros almohades».  

                Después hizo donación de la villa a la Orden de Calatrava en cuyo poder permaneció hasta 1330 en que la volvieron a ganar los moros. En 1341 la toma Alfonso XI quien, para conseguir repoblación, la eximió del pago de algunos tributos, como el portazgo, y concedió pagas en metálico a sus moradores. Vuelve a caer y ser recuperada en otras ocasiones.  

                 En 1370, Priego pasa de la corona a pertenecer Gonzalo Fernández de Córdoba, señor de la Casa Aguilar, por cesión de Enrique II. 

                 En 1502 los Reyes Católicos nombran primer marqués de Priego a don Pedro Fernández de Córdoba, primogénito de la Casa de Aguilar. Fue esta época de un gran progreso para la villa. Se recopilan las ordenanzas. Se sostienen enconados pleitos en defensa de sus fueros y privilegios. Se construyen la Casa del Cabildo, la cárcel, el Pósito y las Carni­cerías. Se reedifica la ermita de San Nica­sio, se realiza el reta­blo mayor de la Asun­ción y se construye la iglesia de San Esteban, hoy San Francis­co. 

                Durante el siglo XVII, los moriscos que habían ocupado el barrio de la Puerta Granada, extramuros de la ciudad, fueron expulsados. Según el Cabildo su número ascendió a más de tres mil personas. Este hecho contribuyó al empeoramiento de la situación económica que ya era bastante grave en la primera mitad de este siglo, pues a principios de la centuria se le comunica a los vecinos que debían pagar el impuesto de las alcabalas, cosa que no habían hecho hasta entonces. Se llega a un acuerdo y la ciudad compra las alcabalas por 130.000 ducados. Acuer­do que firma Felipe III y se ratifica después en 1617 por Felipe IV. Se fundó el hospital de la Caridad situado en la Puerta Granada. Y sufren las epidemias de peste acaeci­das en los años 1650 y 1680. 

               En el año 1705 la villa toma parte con hombres, caballos y armas en la Guerra de Sucesión y defensa de Gibraltar y en 1711 pasa a depender del Ducado de Medinaceli. Se alcanza una gran época de prosperidad económica por ser unos de los centros de la sericultura más importante de España. El tafetán y el terciopelo elaborado en Priego se vendían en Sevilla, Málaga, Navarra, Portugal, Francia e Indias. Las ermitas y templos se visten de barroco por el influjo de la escuela de artistas que crea el arquitecto lucentino Hurtado Izquierdo. Pero a finales de este siglo XVIII la riqueza casi se perdió, debido, en parte, al deterioro de la producción de la morera, a los impuestos y a la presión competitiva de los tejidos de algodón ingleses y catalanes. 

   10.02.07. Don Niceto dirigiéndose al pueblo desde el Casinillo la Perdiz.             Por esta causa y por avatares nacionales, el auge económico del siglo XVIII contrasta con la penuria del siglo XIX causada por la desaparición de los gremios, la invasión de los franceses, la confusión liberal, las luchas partidistas, causas de una profunda inestabilidad política y la desamor­tización. Por esto no es óbice para que en 1803 se termine la nueva Fuente del Rey, obra de Remigio del Mármol. En 1842 se crea una Real Feria de Ganados y un año más tarde se emancipan del municipio las aldeas limítrofes de Castil de Campos (más tarde se reintegrará al municipio), Fuente Tójar y Almedinilla. En 1881 el rey Alfonso XII le concede el título de Ciudad debido al aumento de la población, impor­tancia agrícola y adhesión a la monarquía constitucional. Aunque, quizás, lo más destacado de este siglo sea el nacimiento de un numeroso conjunto de hijos ilustres jamás conocido. 

                 En las primeras décadas del siglo XX la población alcanza los 17.000 habitantes y la ciudad despierta del letargo decimonono. En la década de los veinte aparece una importante industria textil que produce patenes, driles y lonas para empezar a extinguirse en la década de los sesenta.  

                 Hoy día se ha reconvertido en industrias de la confección, que han hecho de Priego, si no una ciudad rica, sí una ciudad próspera con buenas perspectivas de futuro, a lo que hay que añadir importantes realizaciones comunita­rias. Un futuro de amplias posibilidades agrícolas, industria­les y turísticas que se ve empañado por las malas comuni­caciones existentes