RELIGIOSIDAD POPULAR. Cofradías y hermandades - Artículos varios
PRIMERA SALIDA PROCESIONAL DE LOS DOLORES
Primera salida procesional de María Santísima de los Dolores en el año 1930, según una crónica en los diarios cordobeses.

                                               © Enrique Alcalá Ortiz

E

n nuestras investigaciones en las hemerotecas cordobesas hemos tenido la suerte de encontrarnos un artículo, muy valioso, por el valor documental que representa para la historia de la Cofradía. El corresponsal, cuyo nombre no sabemos,  nos cuenta, por una parte, la devoción popular que los fieles de Priego realizaban en el monte Calvario los días de Cuaresma cuando andaban el Vía Crucis con la terminación a los pies de la imagen  para rendirle adoración, y por otra, la primera salida procesional de la Virgen de los Dolores, hecho ocurrido en la Semana Santa del año 1930, debido en parte a los desvelos de su camarera doña Consuelo Ruiz de Muñoz y a los cofrades don Manuel Jiménez y don Antonio Garzón.

                Veamos lo que nos decía el corresponsal en Priego en el diario cordobés El Defensor de Córdoba: Una procesión. Por primera vez ha recorrido las calles de esta población la venerada imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

                El día para ello elegido no podía ser otro que el  que la Santa Iglesia conmemora los Dolores de María Santísima al pie de la cruz.

                Se venera dicha imagen en la ermita del Calvario, extramuros de la población, y el sitio quizás más poético de todas sus cercanías.

                La devoción a esta sagrada imagen no es nueva ni improvisada en este año; desde muy antiguo, los fieles, que muy a menudo acostumbraban a andar el Vía Crucis que con sus catorce estaciones de piedra y hierro dan al camino del Calvario el carácter severo y religioso que a dicho momento recordativo corresponde, al terminar tan hermosa  piodosa devoción acostumbran a postrarse a los pies de nuestra bendita Madre, depositando en sus manos las cuitas que más afectan a su lacerado Corazón.

                Con precedente tan religioso, a nadie le ha sorprendido que el solo anuncio de sacar en procesión la bendita imagen, muchos fieles de uno y otro sexo han acudido presurosos y llenos de fe y entusiasmo para vitorear y aclamar a la Madre del Redentor y de los hombres.

                Un aplauso merecen por sus muchos y muy acertados trabajos de organización, la señora camarera de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores doña Consuelo Ruiz de Muñoz, que ya más de veinte años atrás trabaja incansablemente por todo cuanto se refiere al culto de dicha imagen, como los señores don Manuel Jiménez y don Antonio Garzón, que no han omitido trabajo ni sacrificio para que el acto resultara con el mayor esplendor posible, lo que con creces a sus esperanzas han visto realizado[1].



[1] El Defensor de Córdoba, marzo de 1930.