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Por caminos destartalados y sendas retorcidas nos llegaban de la costa, que tan cerca está hoy, algunos productos del mar. Así como la influencia de su folclore en algunas copletas explicativas como:
De Torrox, la caña dulce;
y de Nérja, las batatas;
de Vélez, el boquerón;
de Málaga, las muchachas.
*
En el mar se crían peces
y en la orilla caracoles,
que precisamente son.
los más finos que se comen.
*
De los santos de la iglesia
me gusta San Rafael,
que tiene el pez en la mano,
son cositas del comer.
Aparece el boquerón en su aspecto de fantoche cuando está emborrizado de harina o por la raspa:
A mi suegra la metí
de cabeza en un bidón;
y cuando salió de allí
parecía un boquerón.
*
El comerme un boquerón
es hartarme de reír,
porque tiene mucha raspa
y eso no me gusta a mí.
La sardina, deformada ya en su fritura, sirve como metáfora:
Asómate a esa ventana,
cara de sardina frita,
que cada vez que te veo
se me revuelven las tripas.
Al igual que el bacalao, metáfora y motivo de guasa:
Antoñito, huevo frito,
tortilla de bacalao,
que tu suegra no te quiere
porque eres tonto chalao.
*
Anoche comí yo
arroz con bacalao
y el tonto de mi novio
la raspa se ha tragao.
La salsa de pescado la encontramos usada con poco valor:
Le preguntas a la gente
y el mundo te ha equivocao;
que yo a ti no te quería
ni pa salsa de pescao.