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Historia de Priego de Andalucía - Temas variados

EL "CASINO DE PRIEGO" , IMPULSOR DE PERIÓDICOS

Sorprende que de una sociedad que sólo tenía como objetivos el ocio hayan surgido iniciativas culturales que perduran hoy en día.

© Enrique Alcalá Ortiz



    C

reo sinceramente que pocos años tendrán la importancia conmemorativa de este 2002 cuando se cumplen el cincuenta aniversario de dos instituciones muy importantes en el devenir cultural de nuestra ciudad: el Instituto Fernando III y el periódico Adarve.  Ambos colectivos cumplen medio siglo de existencia. Cincuenta años de trabajo, - si bien por caminos diversos-, con el objetivo común de mejorar educativamente a la sociedad prieguense, tanto a los residentes como a los paisanos de la emigración. Dejando el comentario sobre el Instituto Laboral para otra ocasión, nos centramos en la sociedad "Casino de Priego" en cuyo seno se han desarrollado importantes iniciativas culturales, siendo una de ellas la creación del periódico "Adarve". 

Los primeros intentos 

                El  "Casino de Priego" fue creado en 1948. En su más de siglo y medio de vida tiene el galardón de haber sido, pese al carácter recreativo de sus objetivos, la sociedad que más iniciativas ha tomado para dotar a la ciudad de un medio informativo. Al pertenecer sus socios a una clase de la sociedad más culta y adinerada de la población, se comprende en parte que esto fuera así.

                Ya en 1872, se había comprado un piano y contratado a un pianista quien durante todas las noches amenizaba con sus teclas el ocio colectivo de los contertulios. Animados y enardecidos por tal novedad, y prosiguiendo su actividad cultural, a mediados de 1876, un grupo de socios solicita junta general para tratar en ella de la creación de una sociedad filarmónica. Un grupo de destacados intelectuales y abogados se encarga de redactar el proyecto para su posterior aprobación. A pesar de esto nada más sabemos de si llevaron a cabo su proyecto. Será un año más tarde, prosiguiendo con esta idea, cuando de una forma particular el joven sacerdote, académico y laureado y poeta, Domingo Arjona Casado, crea La Amistad de corta duración.

Los tiempos aún no eran propicios.

Pero este fracaso no fue impedimento para que nuestro sacerdote, junto a otros socios como Carlos Valverde López, insistieran en su idea a través del Casino, que a principios de 1881 crea en su seno el Liceo científico, artístico y literario con ambiciosos objetivos culturales en ciencias, literatura, declamación, pintura, escultura y música, y como no, la creación de un periódico. Todo se vino al traste cuando en diciembre de ese año, la sociedad, después de una votación para renovar la junta, se escinde en dos, y por lo tanto, le es imposible llevar a cabo su recién creado Liceo.

Los tiempos, las rencillas y la economía siguen sin ser propicios.

Si el Liceo no funcionaba como tal, si continuaban las veladas científico-literarias. Como consecuencia de unas, celebradas en 1915, aparece en los primeros días de febrero Patria Chica, decenal primero y semanalmente después. Fundado por Carlos Valverde López, era confeccionado por José Bergillos en su imprenta La Aurora, siendo su primer director Manuel Rey Cabello. El primer número apareció el 10 de febrero de 1915 y en sus páginas, además de las noticias locales y los consiguientes anuncios, se publicaron artículos con temas de literatura, medicina, agricultura, industria, política internacional y local. Precisamente, un artículo de José Tomás Valverde Castilla planteando el problema de la canalización irresuelta de las aguas de Priego, provocó un grave enfrentamiento con la Corporación y un numeroso grupo de seguidores, que al darse de baja, después de suscitar una fuerte polémica, provocó el cierre del periódico a los siete meses de su aparición.

Los tiempos y la política local, alocada, siguen sin ser propicios.

Dice el refrán que a la tercera va la vencida. Veamos. Setenta años más tarde de la fundación del Liceo, es decir en 1951, se va a producir un movimiento parecido que esta vez sí va a fructificar en amplios y variados campos, propiciando dentro del seno del Casino un renacimiento cultural jamás conocido, del que saldrá beneficiada toda la comunidad prieguense.

                Un grupo de socios[1], "amantes de las actividades literarias y artísticas", se reúne el 25 de septiembre de 1951 para llevar a realidad el proyecto de crear una Sección de Literatura y Bellas Artes, con arreglo a los estatutos del Casino, que fuera la "encauzadora del fomento y cultivo del espíritu literario y artístico que mantenga el prestigio tradicional de esta simpática Sociedad". Después de nombrar presidente a José Luis Gámiz Valverde y una directiva, formada por socios de diversas edades, se dirigen el Presidente del Casino comunicándole su deseo para que autorizara su creación, visto bueno obtenido por unanimidad. Seguidamente, con la fuerza característica de los grupos recién nacidos, se toman una serie de acuerdos entre los que destacan la unión con la Sección de Música existente, dirigida entonces por Francisco Calvo Lozano; invitación a los socios del Casino para que se inscriban en la Sección, fijando una cuota mínima de 3 pesetas mensuales; primeras gestiones para la creación de una Escuela de Dibujo y Pintura y un anteproyecto de periódico local; presentación de la Sección en la prensa y sociedades culturales de los pueblos y capitales de provincia limítrofes; así como la invitación a una personalidad literaria para pronunciar el discurso de apertura del curso 1951-1952[2]. A la llamada de inscripción acuden más de 60 socios que se apuntan una cuota de 5 pesetas mensuales, aunque también abundan los de 10 pesetas, destacando la de José L. Gámiz Valverde que lo hace con 50 pesetas[3].

                Altas de socios, contratación de conferenciantes y concertistas, labor de propaganda y gestiones para la legalización del semanario Adarve, son los acuerdos más importantes que se recogen en el libro de actas de la Sección que empieza el 25 de septiembre de 1951 y termina el 25 de enero de 1953.

                A lo largo de 1956, el inquieto profesor de dibujo del Centro de Enseñanza Media y Profesional Fernando III el Santo de Priego, Manuel Vivó Rius, junto con una veintena de artistas y aficionados prieguenses funda una asociación llamada Agrupación de Artes Pictóricas con el fin de fomentar la inquietud del espíritu y para buscar la belleza en todos sus aspectos. Sus actividades van a consistir en dar clases sobre dibujo y pintura, salir al campo a componer óleos inspirándose en paisajes del natural y realizar exposiciones en el vestíbulo de centro. Este grupo, a través de su Presidente, pide el mecenazgo y la acogida espiritual de la Sección que por supuesto es recibida como filial con el máximo gusto[4].

                Sin dejar de mencionar su equipo directivo y colaboradores, poco a poco, la personalidad y la buena bolsa del presidente de la Sección y al mismo tiempo director del periódico Adarve se va a convertir en el pilar y financiación de la ingente obra cultural que va a tener lugar desde la creación de la Sección hasta la muerte de José Luis Gámiz. Labor dividida en dos parcelas diferentes, aunque íntimamente unidas: por un lado la publicación del semanario Adarve, por otro, los numerosos conciertos y conferencias que se programan.

                Los tiempos, la política, los suscriptores y la bolsa privada de su primer Director, José Luis Gámiz Valverde, sí fueron propicios al fin. 

La revista semanal Adarve  

                Desde las reuniones iniciales[5], una de las primeras preocupaciones de la Sección de Literatura y Bellas Artes será la publicación de un semanario "marcadamente literario y artístico que sea fiel encauzador de la labor cultural que en tan noble sentido viene realizando la Sección, como medio educativo en la ciudad, y ejercicio altruista y espiritual de cuantos jóvenes sientan vocación por la escritura del conocer histórico, literario y artístico (...)", empeño del que se encarga el presidente de la Sección a quien se designa gestor para la legalización y además director de la futura publicación, ayudándole como redactor Francisco García Montes[6]. En esa misma reunión, a propuesta de Manuel Mendoza Carreño, se elige el nombre de Adarve para la revista, las secciones, número de páginas, contenido general, dándose el encargo de la confección de la maqueta a Luis Calvo Lozano[7].

                El permiso de la Dirección General de Prensa, ya desligada de la Secretaría General del Movimiento y convertida en Ministerio de Información y Turismo, lleva el número 3.607, fechado en Madrid, el 5 de agosto de 1952. Se le exigía para el puesto de director a un periodista titulado, eligiéndose a Manuel García Prieto, si bien la dirección siempre estuvo ejercida por José Luis Gámiz Valverde, su nombre como director no aparece hasta el número 707. 

                Con el primer número, aparecido el 1 de octubre de 1952, se iniciaba "una labor de comunicación íntima e inmediata con la ciudad de Priego, abriendo así un camino espléndido a las muchas aficiones artísticas o científicas de todos sus hijos, que quizás por falta de un medio adecuado a la modestia del inicio, permanecían enquistadas"[8]. Y en números posteriores se expone claramente que Adarve: "nació a su calor e impulso, y no puede ser menos, que una avanzada constante de lo que pretende ser tal Sección, que tiende cada día a aunar todos los esfuerzos que nacían dislocados para colocar a Priego en una altura artística que le corresponde por su historia y por sus hombres.[9]"

                La cabecera inicial decía así: "Fecha. Adarve. Sección de Literatura y Bellas Artes del Casino de Priego. Año. Número. Se publica los domingos".

                Las dificultades económicas afloran desde el primer momento, a pesar de la buena acogida y del éxito inicial obtenido. Ya en enero de 1953, se ve la necesidad de aumentar la cuota de suscripción para paliar en parte el déficit existente[10].

                En 1957, cinco años después de su creación, la dirección sufre un bajón de ánimos provocado por las reducidas respuesta que habían recibido sobre una encuesta a los lectores en la que se preguntaba las reformas o temas que interesaban se acometieran en el semanario. En un editorial tremendamente pesimista se planteaba la desaparición de la revista. Suceso que afortunadamente no sucedió, porque su director, José Luis Gámiz Valverde, si bien tuvo redactores y asiduos colaboradores, desde primera hora fue alma mater  y pater de la publicación, convirtiéndose en un hombre para todo a quien no le importaba poner dinero de su propio bolsillo para que la revista, entonces semanal, llegara puntualmente a sus lectores. Las editoriales, salvo raras excepciones, la redacta el director. Por esta razón, cuando muere en 1968, después de 17 años y 808 números dirigidos por él, después de tres meses de dirección provisional, como ningún mecenas de sus características ni asociación cultural asumió las pérdidas económicas, la revista desapareció el 7 de julio de 1968, hasta que en 1976, un grupo de entusiastas la puso otra vez a flote, consiguiendo el período más estable y enriquecedor jamás conocido en nuestra historia periodística[11].

                Aparte de la salida semanal, con motivo de conmemoraciones, aniversarios o centenarios, la revista puso de moda la edición de números extraordinarios, (sabiamente continuados en la II Época), lujosamente costeados, de más de cincuenta páginas, portada en color, papel cuché, profusamente ilustrados y con las firmas de colaboradores especiales. Se dedicaron estos números, a la Feria Real de septiembre, para conmemorar el centenario de Carlos Valverde López, a Ángel Carrillo Trucio en sus bodas de oro sacerdotales, al pintor Lozano Sidro y a Rafael Castejón y Martínez de Arizala, Director de la Real Academia de Córdoba.

                En sus páginas se publicaron numerosas colaboraciones firmadas por los prieguenses José María y Rafael Fernández Lozano, Manuel Mendoza Carreño, Francisco García Montes, José Valverde Madrid, Félix Romero Mengíbar, Carlos Valverde Castilla, entre otros; y plumas de la talla de José María Pemán, José María Rey Díaz, Adolfo Muñoz Alonso, Antonio Fernández Cid, Manuel Enríquez Barrios, Manuel García Prieto, Manuel Mora Mazorriaga, Juan Soca Cordón, Rafael Castejón, José Salaberría, José Muñoz Burgos, José Cabello Cabello, África Pedraza, numerosos académicos y un largo etcétera.

                Su trabajo se vio recompensado por un modesto premio, que le sirvió de importante acicate, concedido por la Dirección General de Prensa, el día 20 de julio de 1959 cuando estaba dirigida por Adolfo Muñoz Alonso, a quien José Luis Gámiz trajo a Priego varias veces para que diera una conferencia.

                Como se ha dicho en numerosas ocasiones, la orientación fundamentalmente literaria de Adarve en la primera época, lógicamente su opinión se encontró encauzada por la censura franquista, se vio complementada con un espíritu de recuperación y exaltación de los valores artísticos de la ciudad, sus personajes, (excepto don Niceto), el ensayo, la crítica, la investigación histórica, la vida social, cultural y festiva de la ciudad. Además de esto, fue cauce de escritores noveles, plaza de encuentro, identificación con la patria chica y más tarde enlace con los prieguenses de la emigración.  

Merecido homenaje a José Luis Gámiz Valverde, presidente de la Sección 

                A primeros de octubre de 1953, coincidiendo con el primer aniversario de la aparición de Adarve, cuando apenas la Sección había andado dos años, y a la vista de lo realizado, la Junta Directiva ve la necesidad de rendir un merecido homenaje a José Luis Gámiz Valverde, su Presidente, que hasta la fecha había propiciado la celebración de numerosos actos culturales y ejercía la dirección de la revista semanal Adarve, habiendo culminado la edición de un costoso extraordinario. A lo que se unía las intensas gestiones realizadas para la compra de una casa en la calle Río donde su instalaría en 1953 el Instituto Laboral. Actos y revistas, las más de las veces pagados con su propio dinero a lo que sumamos, finalmente, gracias a sus gestiones, el que la Corporación Municipal acabara asumiendo la celebración de los Festivales de Música y Canto. 

                Como era habitual en la época, las comidas solemnes, -por el cronista del suceso llamados banquetes-, se celebraban en los salones del Casino que se vieron concurridos de personas de los más diferentes estamentos, llamados entonces "clases sociales". En la mesa, junto al homenajeado, se sentaron el Alcalde de la Ciudad, Presidente del Casino, Juez de Primera Instancia, Juez Municipal, José Serrano Aguilera, ex párroco de Córdoba y Francisco Calvo Lozano. Entre el centenar que les acompañaban se encontraban las personas más destacadas del momento prieguense como profesores, médicos, abogados, agricultores, notarios, banqueros y un largo etcétera.

                La primera adhesión leída por José María Fernández Lozano fue la de los tipógrafos que editaban la revista, quienes pedían a las autoridades el nombramiento de Hijo Predilecto de la Ciudad; siguió un largo grupo formado por el periódico "La Opinión" de Cabra, notarios, abogados, comerciantes y médicos.

                Continuó el Alcalde, Manuel Mendoza Carreño, quien después de ensalzar la personalidad y dedicación cultural del homenajeado recogió la iniciativa para proponer en el primer pleno su nombramiento como Hijo Predilecto, terminando con la lectura de unos versos de Percy. Le siguió el destacado poeta y presbítero José Serrano Aguilera, quien expuso los avatares del periodismo local desde el último tercio del siglo pasado, destacando la brevedad del período de su aparición, pasando después a analizar las razones por los cuales Adarve bajo la dirección, tesón y mecenazgo del homenajeado, perduraría muchos años.

                En las palabras finales, José Luis Gámiz, agradeció las palabras de todos los oradores, a los que se habían sumado al acto y a sus compañeros de junta. Terminando con estas palabras:  

                               "Adarve -síntesis de la Sección de Literatura y Bellas Artes del Casino de Priego- al cumplir un año que ve la luz pública quiere seguir como antes, modesto, sencillo, limpio de mal en la conciencia y lleno en cambio de los mejores propósitos de intención, y aunque chiquito tiene todavía fuerzas suficientes para vivir allá, en la histórica muralla árabe y desde sus viejos miradores -bastión de glorias pasadas- ser vigía permanente y laborar día y noche, en ambicioso designio, por la grandeza, el honor y la prosperidad de Priego"[12]. 

                La popularidad a todos los niveles alcanzada por José Luis Gámiz en la localidad, lo testimonia con creces el variopinto número de prieguenses y amigos que acudieron a la llamada del Alcalde, Director del Instituto, Presidente del Casino y Redactor Jefe de Adarve[13], para que contribuyeran con su ayuda económica a fin de comprarle la medalla de oro que se le impondría el 11 de febrero de 1962 como miembro de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. Más de 600 personas contribuyeron con su óbolo. Hubo desde las dos pesetas del corneta de una hermandad y de un ama de casa, hasta las doscientas, alcanzándose un total de 23.746 pesetas. El que tantas suscripciones hiciera para bien el pueblo, recibía de esta manera una prueba de reconocimiento.

                En este cincuenta aniversario, deseamos a los que componen el Consejo de Redacción (y colaboradores) que sigan luchando en pro de la información veraz, y mantengan, a pesar de las serias dificultades, esa línea de integridad e independencia que han mantenido en estas últimas décadas. Seguro que sus lectores sabrán valorarlo y agradecérselo. Y como fin, nos sumamos a lo que textualmente decía el corresponsal del diario ?Córdoba? hace cincuenta años: ?Felicitamos a los editores de ?Adarve?, y le deseamos muchos éxitos profesionales?[14].

 



    [1]La primera Directiva estuvo formada por: Presidente: José Luis Gámiz Valverde; Vicepresidente: Guillermo Ruiz Torres; Contador: Manuel Mendoza Carreño; Consiliario: Alonso Cano Rubio; Tesorero: Luis Calvo Lozano; Secretario: Francisco García Montes; vocales: Carlos Valverde Castilla y Castilla, Adolfo Mérida de la Rosa y Manuel Tofé Serrano.

                Además, entre otros promotores se encuentran: José Bergillos Arjona, Francisco Calvo Lozano, Manuel Cejas Rodríguez, Juan Fernández, Rafael Fernández Gómez, Antonio Galisteo, Antonio Jiménez Luque, Laureano Jiménez Roldán, Rafael Luque, Abelardo Martín, Julio Matilla Pérez, Alfredo Mérida Sánchez, Francisco Montoro del Pino, Balbino Povedano Ruiz, Hilario Rojas Salido, José Ronchel Muñoz, Antonio María Ruiz-Amores Rubio, Rafael Ruiz-Amores Linares, Eusebio Ruiz Castillo, Luis Ruiz Castillo, José Ruiz Martínez, Francisco de P. Sampedro Luque, Salvador Siles, Francisco Tejero Stejer y A. Velástegui.

    [2]A.C.P.: Sección de Literatura y Bellas Artes, actas de las fechas 25 de septiembre y 13 de octubre de 1951.

    [3]A.C.P.: Sección de Literatura y Bellas Artes, sesión del 12 de noviembre de 1951.

    [4]Adarve: Cultivo de las Artes pictóricas en la Sección de Literatura y Bellas Artes. 9 de diciembre de 1956.

    [5]FERNÁNDEZ, José María: Un poco de historia adarvista. Adarve, Priego de Córdoba, 3 de febrero de 1957, año VI, número 227. Para conocer el nacimiento de la idea de creación de la revista.

    [6]A.C.P.: Sección de Literatura y Bellas Artes, acta del 26 de diciembre de 1951.

    [7]MENDOZA CARREÑO, Manuel: José Luis Gámiz Valverde: Priego, historia de una época (1903-1968). Ediciones El Almendro, 1984, página 57.

    [8]ADARVE: 1 de octubre de 1952.

    [9]ADARVE: Priego de Córdoba, 10 de enero de 1953. Editorial.

 [10]A.C.P.: Sección de Literatura y Bellas Artes, acta del 11 de enero de 1953.

    [11]Amplia información sobre la historia de Adarve se puede encontrar en: Antonio Flores Muñoz: Adarve, una publicación periódica de la Subbética en Encuentros de historia Local. La Subbética. 1990; y Manuel Mendoza Carreño: José Luis Gámiz Valverde: Priego, historia de una época (1903-1968). Ediciones El Almendro, 1984.

    [12]Don Mendo: ?El homenaje a don José Luis Gámiz?. ?Adarve?, Priego de Córdoba, 4 de octubre de 1953, número 53.

    [13]MENDOZA CARREÑO, Manuel: Op. cit., páginas 61 y siguientes.

[14] Lo que se publica. "Adarve".  "Córdoba", Hoja del Lunes, nº 339, 6 de octubre de 1952, página 2.





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