La proclamación de la II República traería a la Plaza de las Canteras importantes acontecimientos. Como indicamos más arriba[1], la Corporación toma posesión en el verano y por lo tanto tiene muy pocas semanas para preparar la feria, que sin embargo, acometen con cierto éxito. En uno de sus acuerdos plenarios cambian el nombre a un buen número de calles. Ya vimos que en plena feria colocan una placa conmemorativa en la casa natal de don Niceto Alcalá-Zamora y descubren la rotulación de nuevas calles con los nombres ?Purificación Castillo?, ?Largo Caballero?, ?Pablo Iglesias?, y ?Comandante Madrid Alcalá-Zamora?, después vendrían otros.

            La Feria se celebra con las mismas atracciones de otros años, y a pesar del poco tiempo para su preparación, se monta un espectáculo cómico-taurino-musical, es decir, una charlotada mixta, con números cómicos y musicales con dos becerretes, y dos novilleros que lidiarían dos novillos cada uno. Esa era la intención, pero llegado el turno al novillero granadino José González Girado, le entró un miedo, perturbador del ánimo, con descomposición de vientre y temblores generales, que le impidió salir a vérselas con los pesados novillos que le habían tocado en suerte. La autoridad tuvo que echar mano de él. Del juicio consiguiente por incumplimiento de contrato nada sabemos, si bien el juez consideraría la enfermedad inflamatoria ?mieditis? como una atenuante y como se vivían tiempos democráticos, seguramente los resultados de su sentencia serían benévolos. Los espectadores, que no leyeron el anuncio de la no intervención, formaron una bronca descomunal, (no tan grave como la que hemos visto en los años veinte), que fue calmada finalmente por los acordes de la banda ?La Mezquita?, cumpliéndose aquí el dicho que la música amansa a la fieras, es decir, a los espectadores. El Comité Nicetista organizador de la novillada repartió la carne de los novillos sacrificados y los no toreados entre los obreros sin trabajo y los pobres del pueblo. Por entonces, no había aparecido aún el llamado mal de las vacas locas, por lo que se los comieron sin peligro de que con los años apareciera tan maligna enfermedad. Así lo contó el redactor Torres que vino de Córdoba enviado por el diario ?La Voz?. ?NOTAS DE FERIA.- (De nuestro corresponsal señor Torres). Con animación extraordinaria se está celebrando actualmente el mercado de ganados de Priego al que han concurrido este año mayor número de cabezas que en ferias anteriores, tanto en ganado caballar, mular, vacuno y cabrío. El de cerda ha sido el más escaso.

            En el ferial hubo muchos compradores que se limitaron a hacer tanteos primeramente y por la tarde se hicieron no pocas transacciones, especialmente en ganado mular pagándose muy buenos precios.

               LAS INSTALACIONES DE LA FERIA.- Desde la plaza del Palenque a la recién inaugurada de la República, han sido colocadas numerosas instalaciones propias de estas ferias populares, tales como puestos de turrón y golosinas, juguetes, bisutería, etcétera.

               En la parte alta de la plaza del Palenque, los ?tiovivos?, las ?vistas? y otros espectáculos y ?atracciones?, constituyen la diversión constante de grandes y chicos que prestan a aquel lugar animadísimo aspecto.

            La concurrencia de forasteros, de los distintos pueblos comarcanos es muy numerosa, aumentando de manera extraordinaria en la tarde del jueves con motivo de la novillada.

               LA NOVILLADA MIXTA DE FERIA.- Ante la imposibilidad de organizar una buena corrida de toros, en atención a las circunstancias porque atraviesa Andalucía con motivo de la grave crisis de trabajo, la empresa confeccionó un programa taurino más barato, pero no por eso menos atrayente como lo evidenció la buena entrada habida.

               Todas las localidades de la plaza estaban ocupadas por encantadoras mujeres, lujosamente ataviadas con la clásica mantilla y luciendo en los antepechos de sus palcos, soberbios pañolones de Manila.

               El espectáculo se dividió en tres partes. Primeramente la cuadrilla bufa de ?Manolín Charlot?, ?el Caballero Velarde? y sus botones, lidiaron graciosamente dos novillos, ejecutando ?trucos? muy originales y que merecieron los aplausos del respetable.

               En segundo lugar estaba anunciada la lidia seria de cuatro novillos-toros por Rafael G. Molina ?Lagartijo?, de Córdoba, y Juan González Girado, de Granada. Pero, solamente se corrieron dos para ?Lagartijo?, pues su compañero, se ?rajó? como suele decirse al saber que sus enemigos pesaban muchas libras. Ni que decir tiene que la autoridad ordenó la detención del ?valeroso? diestro granadino.

               La actuación de ?Lagartijo? sólo elogios merece pues estuvo valiente y decidido con los dos ?pavos? que le correspondieron en suerte.

               Además de su peso exagerado (pues uno pesó después de muerto 282 kilos) fueron difíciles para la lidia y mansurrones, sobre todo el primero.

               ?Lagartijo? con el capote toreó algo movido y molesto por el aire. En su deseo de agradar puso dos pares de banderillas, uno muy bueno de poder a poder, que fue aplaudidísimo.

               Con la muleta estuvo sobrio y cerca, intercalando en la faena de su primero varios molinetes. A la hora de herir entró muy bien para una estocada baja el primero que hizo innecesaria la puntilla. Ovación, dos orejas y rabo. (Benevolencia muy acertada del asesor el gran Bejarano, que aconsejó al presidente premiar así la buena voluntad del cordobés).

               El segundo, no obstante su peligroso gazapeo lo toreó de muleta bastante bien, aplaudiéndose algunos muletazos con la izquierda.

               Cuando cuadró, entró derechamente agarrando un estoconazo hasta mojar los dedos ¡Lástima que el cachetero le estropeara la faena levantándole el toro!

               Después de intentar el descabello, varias veces el toro se echó siendo rematado.

               SE PROMUEVE LA BRONCA.- Como gran parte del público esperaba la actuación del otro novillero y desconocía los avisos puestos en taquilla, se inició una protesta casi general, pidiendo que se lidiaran los otros dos novillos.

               La ?bronca? arreció cuando iba a salir al ruedo la banda ?La Mezquita? pero al fin se impuso el buen criterio y los acordes de la banda cordobesa, interpretando un alegre pasodoble, apaciguaron los ánimos, cuando todos esperábamos algo desagradable.

               LA BANDA ?LA MEZQUITA?.- Esta notable agrupación músico-cómica-taurina que dirige el maestro Triano añadió ayer a la serie de sus triunfos, uno más resonante. Su aparición en el ruedo fue saludada con una salva de aplausos, que se repitieron a la terminación de su programa, original y escogido, riendo a mandíbula batiente la gracia de los pequeños artistas, muy de especial manera, las del diminuto Perico.

               La lidia musical de la becerra fue muy entretenida y el respetable gozó de unos momentos regocijantes que pronto le hicieron olvidar el mal sabor de boca que les produjera el incidente promovido por el torero ?rajado?.

            Finalizó el espectáculo, interpretando la banda ?La Mezquita? el Himno de Riego, desbordándose el entusiasmo patriótico de aquellas sencillas gentes, que no cesaban de vitorear a la República y a Alcalá-Zamora.

               El desfile, como siempre brillantísimo.

               NOTAS FINALES.- Antes de abandonar el simpático pueblo de Priego, tuvimos noticias de un rasgo humanitario del Comité Nicetista organizador de la novillada.

               La carne de las reses lidiadas aumentada con la de los dos novillos sobrantes, que fueron sacrificados anoche, será repartida entre todos los obreros sin trabajo y los pobres del pueblo.

               ¡Generoso proceder, tan elocuente, que por sí solo se alaba!

            Durante lo que queda de semana, se verificarán otros festejos populares para que la animación de la feria famosa de Priego no decaiga.

            LA VOZ en su número extraordinario del lunes le dedicará una doble página con informaciones gráficas, recogidas por nuestro redactor señor Torres en su breve estancia en aquella noble y hospitalaria ciudad[2]?.

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