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13. EL ARCO DEL AGUA (7)
© Enrique Alcalá Ortiz
57. LAS AGUAS DEL CHARCO
Se fueron volando
camino del cielo
las aguas del charco.
Muy llenas de barro
el sol con su fuerza
las fue evaporando.
Estanque de cieno,
convertido en aire...,
y sin agua, seco.
Se fueron volando
camino del cielo
las aguas del charco.
58. CAMINO DE ANDAR EN EL RÍO
Sin la materialidad
que tu cuerpo tan viviente
demuestra en su corriente,
en tu camino hacia el mar
buscando contactos. Das
la vida a tu paso. Sientes
que todo es camino de andar.
Camino de senda
que contempla líquidos
en todas sus cuencas.
Camino de viaje
de metas abiertas
y amplios parajes.
Camino de andar
pisando la tierra
en busca del mar.
59. AGUA DE RÍO SIN CONTENIDO
Agua de río
que nunca vuelves:
te desafío.
A que vengas de nuevo
al mismo sitio;
a que andes de nuevo
ese camino;
a que vuelvas a ser
con tu sentido
la esencia del agua
que te hizo río.
¡Qué ya no has sido,
pues ondulaste tu cuerpo
en tu camino!
Agua de río
que nunca llenas
tu contenido.
60. AGUA MOVEDIZA
Lo que nadie tiene:
agua movediza
que me entretiene.
Que se mueve sola
en rizos que el viento
forma con su cola.
Que me besa el cuerpo,
cuando en ratos de ocio
a ella me acerco.
Agua que se mueve,
que ondula su cara
a mí me entretiene.
61. AGUADOR
Una tarde de verano
con el calzado de albarca
en la calle desembarca
un aguador aldeano.
Entre viejo y entre anciano
trae agua de una charca
este pobre heresiarca
reflejo samaritano.
Niñas, llegó el aguador
el que vende el agua clara
para lavarse la cara
que besará vuestro amor.
¡Aguador! ¡Agüita fresca!
Aparece en un portal
la figura de un chaval
y un jarro con una muesca.
Dio de beber al mancebo
dos veces. Fue toda su venta
por ese día. Aspavienta
el asno que anda de nuevo.
Una tarde de verano
con un sol abrasador
se ve a un pobre aguador
que se pierde por el llano.
62. DEJADLAS, CHICOS
Van palomas sobre el río
formando eclipse de sol
que sombrea su camino.
(Dos palomas dormidas
se arrullan en los juncales
de la orilla).
Chiquillos id a jugar
a los montes o a los valles.
¿Las dejaréis descansar?
Las palomas besan picos
de un amor que sobresale
en los álamos del río.
¡Dejadlas, chicos!
No molestar las palomas
que beben del río.
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