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01. ROMANCE QUE DICEN: ES EL OLIVO SILENCIO
© Enrique Alcalá Ortiz
Es el olivo silencio
en las frías pardas sierras,
en las anchas curvas lomas
de las fincas de mi tierra.
Es el olivo misterio,
cada rama polvorienta:
es un ramo que se ofrece
una ilusión de cosecha.
Es el olivo mantel
de oropeles y azucenas
cuando los gitanos hacen
coronas de madreselvas.
Es el olivo suspiros
de un gigante que bosteza
cuando gañanes con varas
le maltratan su cosecha.
Es el olivo mil años
lleno de canciones viejas,
un continuo grito al cielo
de la tierra polvorienta.
Es el olivo almazara
de sangre de oliva muerta
que se derrite en aceite
y en los cuerpos se hace fuerza.
Es el olivo cortijos
del que salen cortijeras
que se adorna con sus ramas
los días de primavera.
Es el olivo impresión
que recorre rojas venas
dando saltos y brincando
y a las almas desorienta.
Es el olivo esperanza
sin cara y sin cabeza
de un espíritu andaluz
que brilla sin calavera.
Es el olivo una sombra
de sudores en la yerba
y dedos que al congelarse
buscan su sueldo en ella.
Es el olivo una espuma
que en el cielo se hace niebla
para que el sol no maltrate
la punta de las estrellas.
Es el olivo un milagro
y sus hojas son las lenguas
de un pentecostés perpetuo
de religiones secretas.
Es el olivo la brújula
de hierro de fuerte espuela
que ya no marca caminos
y por eso desorienta.
Es el olivo un fajín
que alfombrará las veredas
de esta tierra que hizo cante
hasta sus más hondas penas.
Es el olivo un mensaje
de dos manos que se aprietan,
de dos ojos que se miran,
de dos bocas que se besan.
Es siempre el olivo viejo
un romance de leyenda
cuando los grillos tan torpes caminan por su corteza.
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