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19. BARROTES REDONDOS EN EL HORIZONTE (3)
© Enrique Alcalá Ortiz
507
Esperas la lotería
y vivir alegremente,
pero no te llega el día
de que la veas presente.
508
Esperas un esperando
que no te llegará nunca
y que tú no sabes cuando.
509
Te caíste por tus huesos
teñido de ansiados pasos
que rebuscaban lo nuevo.
Teñido de ansiados pasos
que te alejan el eterno
de un porqué que va implorando.
510
Que los que no saben siempre
todo piden por favor
esperando que les echen.
Todo piden por favor,
esos que no saben, siempre.
No se preocupe, señor.
No se preocupe, señor,
que los que no saben siempre
están pidiendo perdón.
511
Si perdiste tu mirada
no me vengas a decirme
que no contemplas mi cara.
512
Por lo visto hay que tener
un poco de desvergüenza
si se desea crecer.
513
Si pasamos a otro tema
veremos que nuestro pueblo
para consolarse reza.
514
Con un pueblo como el nuestro
que se une para cantar
las penas que lleva dentro.
515
Son sólo gritos de pobre,
que los gritos de los ricos
en todas las partes de oyen.
516
Buscan ponerse delante.
No se dan cuenta que el viento
nos rodea en cualquier parte.
517
Todos esperan que empiece,
pero nadie da remedios
para que la cosa llegue.
518
Mañana a cualquier hora
u hoy en cualquier momento
nada hay que bien se coja.
519
Son personas como aquellas
que van de un lado a otro
y pasan sin darse cuenta.
520
Si quieren ser los primeros
que se den prisa y se pongan.
Dejen los remordimientos.
521
Colgando como los monos
que se agarran a las ramas
en busca del dulce coco.
522
Suelen hablar con las voces
que no usan para exigir
lo que nadie reconoce.
523
Sólo miran a los pies.
Sólo a los pies se miran
los que nunca podrán ver.
524
Si no están entusiasmados
es porque suelen mirar
más allá de los tejados.
525
Todos miran para ver
si encontraran algo que ellos
nunca podrán poseer.
526
Dimensión universal:
se mueven todos los aires
sin saber adonde van.
527
Te vistes con nuevos hábitos
para ponerte en la cola
de los que esperan trabajos.
528
Conviven en la cuneta
maldiciendo su destino
esos Juanicos sin tierra.
Maldiciendo su destino
que en esta su vida perra
les negó el pan y el vino.
529
Con ese ceño arrugado
preguntándose siempre
lo que habrá al otro lado.
530
Ay, siempre serán las cosas
como queramos que sean,
aunque la verdad sea otra.
531
Han desatado la guerra.
¿A caso alguien la retuvo
en la cárcel prisionera?
532
Con tu palabra eficaz
machacas todo argumento
sin que te puedan ganar.
533
Te afeitaron el bigote.
No te dejaron ni un pelo
en esa carita de hombre.
534
Tienen sus delicadezas
acaparan cuanto pueden
sin pensar en la pobreza.
535
Ya si andan ya si corren,
para llamar a esa puerta
donde nadie les responde.
536
Son muy ricos de dineros,
pero tan pobres de espíritu
que parecen pordioseros.
537
Todos tienen su catálogo
con su propia mano escrito
y dispuesto a publicarlo.
Pero no encuentran formato,
ni la cubierta del libro,
ni tampoco papel blanco.
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