© Enrique Alcalá Ortiz

289   

Un aborto provocaron

los que con fuerza de leyes

a la guerra me mandaron.

290

No te preocupes, por Dios,

me dicen los que no tienen

lo que me preocupó.

291

Hombre, no te preocupes.

Ellos no tienen las tripas

caminando por las nubes.

292   

¿Dónde vas con esa facha?

La quisiera para mi,

pero mandan circunstancias.

293   

Con el sol que más calienta

nos solemos abrigar

toda la figura entera.

294   

Me acusan de ser sincero

porque cuando yo hablo,

digo la verdad de lo que siento.

295   

Porque nos tiene sujetos

¡Qué somos corro los árboles

que se mueven con los vientos!

296   

Si quieres verme, en m casa,

les enseño a mis amigos

los relieves de mi cara.

297   

Entre todos lo ensuciamos.

El viento se contamina

cada vez que respirarnos.

298

¡Venga, vestirse, a la fiesta!

Hay que bailar si nos tocan

y ponerse la careta.

299

No paso detrás de nadie.

Ando si quiero ejercicio,

tampoco paso delante.

300   

Cada persona es un mundo.

Todos somos universo

con dos soles en cada uno.

301   

Porque hablan y porque dicen,

mi veleta ha de estar fija

puesto que de hierro la hice.

302

Aunque se ha dicho y se diga,

aunque comenten, murmuren,

así seré mientras viva.

303   

No quiero estatuas de guerra.

Que en los parques pongan flores

de las clases que ellos quieran.

304   

Todo el problema es simple:

saber que nunca seremos l

o que las caras nos dicen.

305   

Yo no quiero honores póstumos.

Que me los hagan ahora

que pueden verlos mis ojos.

306

Poco de mucho sabemos,

y mucho de nada y poco,

y poco y mucho creemos.

307

No le ayudé en tu caída:

el que se cae queriendo

tener la luz encendida.

308

No será buen negocio:

andar siempre diciendo

lo que pensamos de otros.

309

¡Qué yo no paso de todo,

a veces, hasta me siento

cuando se acercan los otros!

310   

Me resbalan por la piel

las gentes que nunca saben

con su tiempo lo que hacer.

311   

No tienen que perdonar

los pecados que no tuve

o que hice sin pensar.

Aquellos que hice queriendo,

que no me perdone nadie

que los necesito dentro.

312   

Porque todos no seremos

como esa pluma del aire

que se mueve con el viento.

Como esa pluma del aire

de continuo movimiento

que va para todas partes.

Otros estamos sabiendo

que hay que pagar el peaje

si queremos conocernos.

Ponte a comprar el billete

deja la pluma a su aire

que es así porque no siente.

313   

Vente conmigo a la fiesta

que allí esperando están

a los que no tienen meta.

Allí esperando estarán

con la longitud eterna

el desencanto de acá.

314   

No gritamos para hablar,

 ni para que se nos oiga,

ni para comunicar.

Ni para que se nos oiga:

es para no reventar

lo que dentro nos ahoga.

315   

Ese tren que no cogimos,

que nos dejó por acá

con las maletas llenitas

de inútil necesidad.

316   

Hablamos y escuchamos

sin parar;

y mientras descansamos,

esperamos

volver a empezar.

317   

Sé cariñoso y obediente,

camina por buen sendero;

me decía a mí la gente

que ahora tiene otro credo.

318   

Volveremos a decir

siempre la misma canción

que nos hacía reír.

Siempre la misma canción

que nos hacía sufrir.

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