-
11. BARROTES CRUZADOS (1)
© Enrique Alcalá Ortiz
261
Se vienen detrás de mi
pensando que les daré
lo que nunca recibí.
262
Demos forma a la expresión
que lo que hablemos no sea
una aprendida lección.
263
A mí me dieron un rostro.
Y yo no tengo la culpa
de que no guste a los otros.
264
Antes de irnos: cogeremos
zapatos para ponerse
y la cara que usaremos.
265
Si alguien quiere contemplarme
que venga conmigo a casa
y que de mirar no pare.
266
Voy a cortarte esa lengua
que desparrama mil víboras
cuando tu boca está abierta.
267
¡A mí nunca me dijeron
que dos y dos serán cinco
si contamos los dineros!
268
No me dieron bofetadas.
Que yo me acercaba tanto
y se encontraron mi cara.
269
No somos más que pavesas
que se mueven por los aires
buscando donde se sientan.
270
Si todos somos lo mismo,
a qué viene tanta letra
y tan largos cuentos chinos.
271
Hasta mañana paisanos.
Amigos de la amistad
que tan poco cultivamos.
272
Es para mí demasiado
saber que hay hombres que nacen
con el sino desgraciado.
273
Cuando me pisan, yo chillo.
Es sólo el arma que tengo:
que todos oigan mis gritos.
274
En una cuna yo pongo
cuando vengo de la calle
lo que escucho de los otros.
275
Porfiar en la dependencia
que me unía a mis amigos
tuve con ellos pendencias.
276
Veo a la gente que pasa,
y en ellas me veo yo
con una testa de paja.
277
Nos montamos en la cólera
de esa yegua desbocada
cuando las penas asoman.
278
Me dan palos en la espalda.
Yo los quería de leña
para el fuego de mi casa.
279
Para arriba, para atrás.
Volamos según los aires.
Somos aves. ¡A volar!
280
Nosotros a caminar,
pues habrá cantores pájaros
que vendrán a criticar.
281
Al fin y al cabo no somos,
mas que máquinas pensadas
para los manejos de otros.
282
Nosotros a oír atentos
que nos rodean palabras
mientras nos narran sus cuentos.
283
Que no quiero que me digan
que este mundo está creado
para que los otros vivan.
284
Déjeme usted que yo pueda
poder expresarme libre
con aquellos que lo quieran.
285
Estoy totalmente en contra
de aquellos que cuando pasan
lo hacen siempre con su sombra.
286
Contemplaba un cuadro ayer:
todos mirando a la luna
donde no hay nada que ver.
287
Es fácil la distinción,
no tengo por qué explicarte
esta sencilla lección.
288
Porque yo no quiero nunca
encontrarme con personas
que me provoquen las dudas.
Encontrarme con personas
que me ponen en la luna
cuando su mente razona.
2454 Veces visto -
|