-
08. BARROTES QUE SOPORTAN (1)
© Enrique Alcalá Ortiz
177
Fui servidor de la duda.
Que yo ya no crea en nada
los amos tienen la culpa.
178
En mi natura pusieron
un espanto que me ocupa
y que me llena los tiempos.
179
Y que no me desoriente
pues mi carreta camina
donde reside la gente.
180
Me crecieron en tabúes
que indigestaron mi vientre:
dogmas, rezos, usos..., nubes.
181
Siempre haciéndome preguntas.
A mí me tiran respuestas,
pero no me aciertan nunca.
182
No lograron integrarme
y ser hoja de un olivo
que las tiene a centenares.
183
Puse las manos en alto
para que todos supieran
que estaban limpias de barro.
184
No lograron convencerme
para que escuche los cuentos
que ya he oído otras veces.
185
Que te parece si ahora
nos bajamos del borrico
y nos ponernos en la cola.
186
Porque nací, me dieron
un nombre para llevar,
y por él me conocieron.
187
Al preguntarle me dijo:
que con la mente tullida
le sobraban los caminos.
188
Vamos, deprisa, a la cama.
El sueño nos quitará
el sentido que nos mata.
189
De cara a la gente somos
perritos de cuatro patas
que van buscando sus óbolos.
190
Mi única obsesión fue:
dar gracias a todas horas,
y ruego, perdone usted.
191
No hubo acuerdo en las cifras,
querían monedas de oro
y les daba calderilla.
192
Vente conmigo a mi huerto.
Tengo dos sillas vacías
en la sombra del ciruelo.
Tengo dos sillas vacías para,
recoger los cuerpos
que tantas sombras ansían.
193
A mí me da somnolencia
esas prisas que me cogen
los que andan por las aceras.
194
Que no me impongan sus leyes
los que las leyes no cumplen
y dominan a las gentes.
195
Me exigen un corretaje.
Aquí no puedo aplicar
la regla del porcentaje.
Aquí no puedo aplicar
la norma del comerciante
ni las reglas de contar.
196
Me di otra vez con los mármoles
que me apocan en mis pasos
cuando buscaba algún alguien.
197
Me dedicaron las palmas,
pero no las que hacen ruido:
las que maltratan la cara.
Pero no las que hacen ruido
que te agradecen la gracia:
las que inflaman el carrillo.
198
Actualmente nos pasamos
esperando que nos hagan
todo lo que demandamos.
Esperando que nos hagan
lo que nosotros no hacemos
porque no nos da la gana.
199
De pronto nos encontramos
con que no queremos nada
de lo que ya antes buscábamos.
200
Con la cabeza inclinada
me hace andar esa gente
que arriba está encumbrada.
Me hace andar esa gente
con mi espalda tan doblada
y escondiéndome la frente.
Con mi espalda tan doblada
que parezco de esta suerte
una partida alcayata.
201
Mi cultura marginada
forma un universo que otros
piensan que no vale nada.
202
¿Para qué me atan las manos,
si tengo los pies partidos
y en el suelo estoy tirado?
203
Siempre entrando y saliendo
-sin saber lo que buscamos-
porque no estamos contentos.
204
Por fortuna me aparté:
de tener que dar la coba,
lo que diga, mande usted.
205
Con la cuchara de palo
me dieron una paella
que no se tragan mil pavos.
2450 Veces visto -
|