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NOSTALGIA DE PRIEGO, PUEBLO DE CORAZÓN
Recuerdos de su pueblo natal, nos relata Ana Rosa
ANA ROSA
":¡Oh, triste coche viejo que en mi memoria ruedas, pueblo que en un recodo de mi alma te pierdes!..."
J.R.J.
Pueblo de claridades, celeste pueblo huido
en mis ojos de niña y en mi beso primero,
como un eco de ensueño me persigue tu aliento.
Nací de ti y venias enredado en mis manos
hecho un doble milagro de regalo y renuncia.
Tú pusiste en mis labios mil nombres sin linderos
y derramaste luz y amor sobre las cosas.
Te recuerdo asomado sobre tierras cimeras,
desde tus blancos muros oteando la altura.
Como un junio de brisa que vibrara en mi viento
alegras la corriente oscura de mis aguas.
Crecí bajo tu sombra. Una dulce tristeza
vertió tu geografía sobre mi niñez pura;
un anhelo de darme, una melancolía
de bellezas ignotas y lejanas auroras.
Tú estabas en mis ansias, estremecidamente,
descubriendo horizontes a mis manos alzadas,
encerrando en mis ojos, acechando la hora
propicia para el verso, el llanto y la sonrisa.
Pueblo en mi corazón, allí donde la sangre
afluye sin cansancio volviendo eternamente,
de mis manos huiste, pero vuelves y vuelves,
como un lento fantasma con miedo de sí mismo.
Mis ojos ya no saben si de tus claridades
ha surgido otra gracia renovada y más pura.
Te sueño en la distancia, abierto en la armonía,
incendiando la tarde sin lumbre de mis horas.
Te asomas a mi alma como a tu verde vega
mientras alzas al cielo tu torre y tu mensaje;
brevemente mis ojos tu perfil configuran
y te recrean virgen y exacto en mi recuerdo.
No te puedo pensar, te siento en mi costado
como un hondo cuchillo de amor y de deseo.
Tú un cuchillo sin fin, poderoso de ausencias
un cuchillo que vence, un cuchillo que anega.
Lejanos pero unidos tú y yo por el silencio
por un puente pensado prisionero en el aire.
Tú, desde tu blancura, alumbras mis palabras.
Yo, desde mi horizonte, vislumbro tus auroras.
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