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03. LA FAMILIA: LA SUEGRA
A la suegra se le suele sacar provecho en las coplas.
© Enrique Alcalá Ortiz
El tema de la familia es uno de los más ampliamente representados en las coplas de los rincoros, y dentro de él: las suegras. No he conocido un desarrollo tan extenso del tema en ningún otro cancionero. A. Machado y Ricardo Molina, recogen varias, pero de una forma esporádica. Ha sido muy rara la persona que al darme copletas no me haya recitado algunas que hagan alusión a las suegras. Las más repetidas se encuentran dentro de este tema.
Múltiples fueron las causas que han hecho que esto se produjera. Siendo una de ellas el contexto socio-económico de la época, que hacía que los recién casados se fueran a vivir a casa de los suegros. Necesariamente, de la prolongada convivencia en casa de suegros-suegras-yerno-nuera, habían de brotar problemas familiares, y debemos recordar que la obediencia a los padres tenía entonces un carácter totalitario y patriarcal. Una válvula de escape fueron, pues, la repetidas alusiones que se hacen al tema de la suegra para hacer un chiste. Aún hoy, raro es el humorista que no lo saca. No debemos olvidar que a los rincoros se iba -aparte de a buscar novio- a divertirse y pasarlo bien, dentro de un sano divertimiento. Por todo esto abundan aquellas coplas con sentido satírico, de burla, guasonas, que hacen o desean para la suegra una gamberrada o una broma, a veces, con sentido de verdadero sadismo pero que se cantan para que la risa brote fácilmente. Están muy lejos de ésta que recoge Menéndez Pidal dentro de un romance:
-Diga, diga, la mi suegra,
dígame, mi suegra amiga,
¿por quién tocan las campanas,
que suenan tan doloridas?
Le siguen en importancia los motivos que tiene la suegra para no querer a la novia-o, siendo éstos de los más dispares y variados: por ser fea, por no ser buena moza, por ser pobre, por ser vieja, por hablar mal de ella, por no tener carrera, por ser morena, porque su hijo es demasiado guapo, por no saber coser, por ser churrillera, por no ser iguales, etc.
La madre, dentro del binomio madre-hija, está presente. Pero no como un ser superior que da consuelo y es sujeto de la mayor comprensión a la que se acude en los momentos de desgracia, sino que aparece como oposición a la elección amorosa, se opone dando consejo... o dando palos.
Otros componentes familiares apenas se nombran, el suegro, -unas pocas-, el cuñado o el marido.
Suegras
1
Al volver de una esquina
a mi suegra me encontré;
me puse coloradita,
pero no me aceleré.
2
A mi suegra la encontré
al volver de una esquina,
me creí que era una zorra
comiéndose una gallina.
3
A mi suegra la metí
de cabeza en un bidón
y cuando salió de allí
parecía un boquerón.
4
A mi suegra la metí
de cabeza en un bujero
y le echaba cigarrones
como si fuera un mochuela.
5
A mi suegra la metí
de cabeza en un retrete;
cuando la saqué de allí,
salió con la permanente.
6
A mi suegra no matadla,
que a ésa la defiendo yo; que,
si tratan de ahorcarla,
la tiro por el balcón.
7
Anda diciendo tu madre
que no me quiere por nuera,
¿en qué libro habrá leío
que yo la quiera por suegra?
8
Anda diciendo tu madre
que no me quiere por nuera;
la que no quiere soy yo,
cargar con esa tutela.
9
Anda diciendo tu madre
que no me quiere por nuera,
y, en cogiendo yo el clavel,
¿pa qué quiero la maceta?
10
Cuando se muera mi suegra
que la entierren boca abajo,
por si dice de salirse
que se meta más abajo.
11
Del pellejo de mi suegra
tengo que hacerme un serón,
una espuerta pa el estiércol
y un cenacho pa el carbón.
12
Desde aquí estoy divisando
a mi suegra cuando come
y le estoy pidiendo a Dios
que con hueso se ahogue.
13
Es mi suegra la más mala
que en el mundo pueda haber,
que si la viera en la jorca,
le tiraba de los pies.
14
Es mi suegra la que dice
que ella no se mete en na;
y es mi suegra la que muerde
con la boquita cerrá.
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