© Enrique Alcalá Ortiz
Es el tema rey de las copletas. No hay otro más abundante. Existen multitud de historias que cuentan y narran deseos de amor que no han llegado a su término o, si empezaron, se rompieron por las más diversas razones. La mujer o el hombre que narran estos padecimientos amorosos, desembocan en la pena o en la muerte deseada, a la que hacemos alusión en el capítulo correspondiente. "En efecto -dice Ortiz Nuevo la inmensa mayoría de las coplas hondas que refieren historias de amores, lo hacen desde el sentimiento de la frustración, y los mensajes cuentan desdenes, aborrecimientos radicales, inmisericordes olvidos, ausencias, celos (...)".
No dejan, sin embargo, de estar llenas de tópicos muy manidos y usados. Así, el amor se rompe: por loco y calavera; se olvida porque otro ya olvida; por no traer cuenta, por tener pensamiento de mujer o de niño; por ser sinvergüenza, etc. Y no deja de aparecer ese fruto sinónimo de desprecio amoroso: la calabaza, tópico donde los haya.
Algunas de estas coplas -puestas en boca de mujer- muestran un aspecto aún vivo en la sociedad andaluza: el machismo. La copla refleja el vivir diario del pueblo con un realismo de fotografía. Y es por lo que esta moza pregunta:
¿Cómo quieres que te quiera
si siempre me estás pegando
y anteanoche en una fiesta
me estuviste regañando?
Los motivos de ruptura no pueden ser de más peso.
1
A derrota lo he tenío
el que vuelvas a mi vera;
te he tenío que dejar
por loco y por calavera.
2
A mí no me quita el sueño,
ni las ganas de comer,
que me hayas querío tanto
y ahora no me puedas ver.
3
Amor mío, te olvidé,
a lo hecho no hay remedio;
antes me lo hiciste tú,
busca quien te dé consuelo.
4
Amor mío, te olvidé
¿qué querías que yo hiciera?;
tú me enseñaste el camino
para que yo lo aprendiera.
5
Anda y vete de aquí mulo,
que yo no vendo salvao,
que el poquito que tenía
se lo amasé a mi cuñao.
6
Anoche estuve en tu puerta
y no pude hablar contigo;
las cenizas del cigarro
pueden servir de testigo.
7
Aunque me ves que me caigo.
con un pie me voy teniendo;
si tú tienes quien te quiera,
mira que yo también tengo.
8
Aunque vengas disfrazao,
te tengo que conocer,
por el tiempo que has estao
prometío a mi querer.
9
Cogí el libro del amor,
lo pasé letra por letra;
he visto que tu querer
a mí no me trae cuenta.
10
Como niña sin saber,
el primero se te ha ío,
tienes qu'andar de cabeza
pa recobrar lo perdío.
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