El individuo empezó a agredir a su pareja cuando ella pidió el divorcio tras 16 años juntos J. C. C., de 53 años y vecino de la localidad de Priego de Córdoba, aceptó ayer un año y nueve meses de prisión por maltratar a su mujer, unos hechos por los que la Fiscalía Provincial de Córdoba le solicitaba originalmente diez años de prisión. El individuo asumió que llegó a amenazar a su pareja con "meterle la mano en la freidora" e insistió en que "la iba a matar".
            La pareja se separó en el 2000 después de 16 años de convivencia. Y hasta 2006, cuando tuvo lugar el divorcio, J. C. C. la sometió "a malos tratos psíquicos y físicos sin motivo alguno". El individuo le profería con asiduidad "insultos y expresiones de desprecio", menosprecios a su familia y le exigía que sus dos hijos no tuvieran contacto con sus abuelos maternos. Con frecuencia, además, la intimidaba y le decía que "como lo tenía todo perdido iba a por ella"; otras veces la amenazaba con un cuchillo de cocina. También, según el fiscal, fueron "frecuentes" las ocasiones en las que el acusado llegaba al domicilio y empezaba a dar puñetazos en las puertas y en las mesas para asustarla.
            Otras veces la agarraba del cuello o la empujaba, situaciones que se producían en presencia de familiares. Uno de los episodios violentos se produjo en octubre de 2007. J. C. C. encerró a su ex en un despacho, la acorraló contra la pared y la intimidó: si su hijo volvía a estudiar a Málaga -la amenazó- pasaría "por encima de su cadáver". La mujer le respondió que no se atreviera a tocar al joven, a lo que añadió que, si subía la voz, "la tiraba por la ventada". Luego le repitió que la iba a matar y que no le iba a dar tiempo a llamar a la Guardia Civil.

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