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26. EL DINERO SIEMPRE
Coplas alusivas a la economía, la propia murga y las tabernas.
© Enrique Alcalá Ortiz
Aquí vemos el asunto económico desde diferentes puntos de vista. Entre todos tenemos un punto que destaca: el de la lucha del obrero por mejorar su situación. Dentro de él está la copla que mayor número de personas me han recitado. La más popular, por tanto, y que empieza así:
"Los sombrereros de Priego
todos son hombres capaces,
que en una ocasión quisieron
cobrarle al dueño las bases... "
Pero son más prolíficas las que hacen relación a los problemas de las fábricas textiles cuyo número era elevado. Hacen una crítica mordaz al fariseísmo del dueño, al chivato traidor o solicitan que se cumplan los acuerdos económicos. En un caso aparece la violencia con armas de fuego.
Y después la clásica subida de precios, sisas en el peso del pan de los panaderos y maldiciones a la Arrendataria por la subida de tabaco. El impuesto de soltería, los deseos de fortuna, y los impuestos que ahogan, hasta el embargo, completan el grupo.
Como todo está tan caro,
las telas también han subido,
ya no podemos entrar
a un comercio de tejidos.
Para que el público vea
que somos claros,
por no poder comprar tela,
vamos en calzones blancos.
?
Los obreros de Priego
son unos hombres capaces
en una ocasión quisieron
cobrarle al dueño las bases.
Fueron al Jurado Mixto
y así que se enteró el amo
a todos los llamó,
los conformó con un pavo.
Los pobrecitos hicieron bien,
llevaban tiempo de no comer.
Qué ricos muslo y qué pechuga,
se comieron hasta las plumas.
Y estando de buena unión
al ver lo que discutían
entre ellos había uno
que al amo se lo decía.
En vista de estas acciones
varios se desesperaron.
Entonces dijo uno de ellos:
?La culpa la tuvo el pavo?.
La murga como protagonistas
Ellos mismos son el sujeto de la anécdota. No necesitan irse más lejos para encontrar la copla que formará parte de su variado repertorio. Ironizan a algún componente del grupo, al chico del bombo ?el más popular de todos- o cuentan sucesos que le han pasado con las mozuelas.
Todos los murguistas
de este Carnaval
en su recorrido
no lo hicieron mal.
Pero en la revuelta
cerca del Cañuelo
volcó el camión
y todos se hirieron.
?
Estando ensayando
todos los murguistas
por allí pasaron
cuatro o seis mocitas.
Entonces el del bombo
le enseñó la porra
al verla, ellas decían:
?¡Ay, Jesús, qué gorda!
Tabernas
Se ha dicho que vivimos en un país que está inmerso en la cultura del vino. La fiesta y la charanga fueron sus compañeros indisolubles e inseparables.
Los murguistas hacían numerosas paradas en los bares con dos objetos: cantar su repertorio, allí donde la alegría que daba el generoso mosto hacía que los bolsillos se ablandasen y el saldo de la recolección aumentara, y de camino humedecer la garganta enronquecida de tanto usarla.
En general, todo este apartado nos alaba las excelencias del "buen vinillo" que se expende en un establecimiento determinado. En una de las coplas sale a relucir la venta ambulante. Acoso que se ha sentado en nuestra sala, hoy en día, y es uno más de la familia.
El bar Macaco, señores,
de nombrarlo susto da,
el dueño de dicha casa
es el verdadero Adán.
Música, tapa, buen vino,
es lo que gusta la gente.
Señores, no confundirse,
Macaco está en el Palenque.
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