Cristo Yacente. Iglesia de San Pedro de Priego. (Enrique Alcalá)

            Jesús Cabrera.  EL esfuerzo desarrollado por la Junta para potenciar el esplendor barroco que vivió Andalucía ha quedado un poco deslavazado con respecto a lo que se pretendía en un principio. Aunque se han celebrado exposiciones multitudinarias, como es el caso de la de San Agustín sobre la orfebrería, así como algunas otras, se ha perdido el efecto de evento con el que se concibió. Diversas demoras en algunos de los actos preparados han hecho que algunas muestras retrasaran de forma considerable su celebración. Éste es el caso de la itinerante que la pasada semana se inauguró en Priego de Córdoba, localidad que entre otras muchas cosas se caracteriza por la huella que dejó el barroco. Cuando se pensaba que el programa Andalucía Barroca ya había dado de sí todo lo que tenía previsto, resulta que ahora aparece, aislada y casi sin eco, una exposición que merece la pena visitar.

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