Traemos hoy a las páginas de ADARVE a Rafael Álvarez Toro, un prieguense de 57
años, que desde mediados de los años 70 del pasado siglo, comenzó a alternar su profesión de cristalero con la de anticuario.
Poco a poco ha ido aumentando paulatina mente su colección, llegando en la actualidad a reunir más dedos mil artículos y utensilios diversos algunos de ellos de más de un siglo de antigüedad.
- Aunque tu profesión no te permite dedicarte en exclusiva al mundo de las antigüedades, ¿puedes considerarte un coleccionista de piezas de museo?
-Así es, mi profesión siempre ha sido de cristalero, persianas, cuadros y lámparas, pero de soltero me picó la curiosidad y comencé a comprar las primeras antigüedades, allá por el año 1975, ya que Priego siempre ha sido una ciudad de grandes artesanos y profesionales que han trabajado muy bien la piedra, la madera y otras materias. Eso hizo que me interesara por recuperar piezas del pasado.
-Recuerdas, ¿cuáles fueron tus primeras adquisiciones?
-En un principio me interesé más por los cuadros, cornucopias y espejos, que era lo más cercano a mi negocio. Posteriormente y tras varios contactos intercambié muebles y más tarde, hubo una época en Priego que fue la que más me marcó en el mundo de las antigüedades, que fue cuando todavía había muchas tinajas lucentinas. Me salió un contacto en Valencia que me compraba todas las tinajas que encontrara. Con ese beneficio fui comprando algunos artículos más, como relojes y muebles y de esa forma fui aumentando mi colección sin perjudicar la economía de mi negocio.
-¿Recuerdas que artículo tienes ahora de más antigüedad?
-No los tengo todos catalogados, pero si te puedo decir que los abanicos son muy cotizados y tengo algunos que pueden tener una antigüiedad de más de dos siglos. Por destacar, tengo varias piezas que están datadas en los años 1917al 1920y se conservan en un perfecto estado.
-¿Contamos en Priego con personas aficionadas y entendidas en el mundo de las antigüedades?
-En Priego hay varias personas que les encanta este mundo y también hay personas que entienden del tema. Por desgracia ya han fallecido varias personas que conservaban verdaderas piezas de mueso. Ahora sus descendientes han heredado casas y mobiliario de categoría, pero ya no es como antes; ahora se dedican a tener cuatro detallitos de decoración y antes decoraban salas enteras.
-¿Es este mundo reservado para personas de gran poder adquisitivo?
-En absoluto, hay piezas de todos los precios, piezas asequibles a todas las economías; pero quiero destacar que una inversión en antigüedades es una inversión de futuro, que una vez realizada no necesita mantenimiento ni pagar impuestos, solamente conservarla en buen estado. Esto no es como una finca, un coche, una vivienda que paralelamente y posteriormente necesita su mantenimiento y por tanto seguir invirtiendo en ella. Aunque la inversión que hagas en una pieza antigua suponga un esfuerzo, finalmente siempre te alegras por la inversión que cada día se revaloriza más.
-¿Qué piezas tienes en tu colección?
Aunque no es completa, ya que no tengo piezas arqueológicas -que al mismo tiempo puede ser un problema- si que tengo piezas de aperos de labranza, arados, trillos, yugos, etc; piezas de cocina, como sartenes, ollas, lebrillos, cubiertos y otras más; accesorios de matanza; altezas, calderas, cuchillos; cerámicas, platos, fuentes, figuras; pinturas con cuadros de gran valor; maquinas con primeras tecnologías, maquinas de coser antiguas, de escribir, cámaras fotográficas, de cine; muebles; comedores, sillas, sofás, mesas, escritorios, cornucopias.
¿Contamos en Priego con restauradores para piezas de antigüedad?
-Sí, y además muy buenos. Afortunadamente han salido algunos de las escuelas talleres y además contamos con sagas familiares con tradición de talla, restauración e imagineros. Estas personas me restauran muchas piezas y no les falta el trabajo, porque Priego es rico en antigüedad en manos de particulares y coleccionistas.
-Rafael, ¿Has hecho alguna exposición en Priego o fuera?
-Hace ya algunos años hice una en las Carnicerías Reales; fue todo un éxito y después no he hecho ninguna más. Aunque tiene su recompensa, también tiene mucho trabajo; ten en
cuenta que tienes que trasladar cientos de piezas y en algunos casos como los muebles,
necesitas hasta un transporte especial y por otro lado, son piezas delicadas y la mayoría
frágiles por su antigüedad como para no manipuladas mucho por riesgo a que se
rompan. Pero ya que me preguntas, si diré que, para Semana Santa, posiblemente y en un lugar muy céntrico de Priego, exponga parte de mi colección con opción a compra de piezas de museo.
-Una de tus joyas en la colección es un cuadro de Adolfo Lozano Sidro. ¿Cómo llegó a ti?
-A través de contactos en este mundo de los anticuarios, me vino un señor ofreciéndome el cuadro. Un cuadro auténtico del ilustre pintor prieguense. Yo lo puse en contacto con el Patronato, porque entendía que era éste quien lo tenía que tener, pero finalmente no llegaron a un acuerdo económico y este señor me lo dejó unos días para que yo lo vendiera. Posteriormente le hice una oferta y este señor me lo vendió a mí. El cuadro procedía del extranjero, en concreto de Argentina y venía con todos sus papeles de aduana y autor. Afortunadamente y al comprado yo, esta obra de arte, al menos, se ha quedado en Priego y no se ha ido fuera.
-Para finalizar, ¿que añadirías?
-Pues simplemente, agradecer a ADARVE por esta entrevista y animar a los ciudadanos de Priego a que entren en este bonito mundo de las antigüedades; que no es caro, que es una gran inversión y al mismo tiempo estamos colaborando a conservar piezas que ya, para muchos jóvenes, sólo son conocidas por algunos libros y de esta forma las pueden conocer en realidad y de primera mano. Que regalar una pieza antigua, es regalar una buena inversión y que en estas fechas tan destacadas, es uno de los mejores regalos que se pueden hacer y te pueden agradecer.
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