Según la calificación del fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, además, el 8 de agosto de 2005 el procesado prendió fuego a una zona de pasto de unos 15 metros cuadrados en Priego de Córdoba, así como a unas casetas de aperos de labranza. Ante la presencia de éste, los perros de una de las viviendas cercanas comenzaron a ladrar, motivo por el que se despertó uno de los vecinos que apagó el fuego echando tierra.

Después, el 12 de agosto, sobre las 02,45 horas, el acusado supuestamente salió de un bar de la localidad en el que estuvo tomando unas copas con unos conocidos. Una vez solo, recorrió varias calles, deteniéndose durante el trayecto en varias viviendas para comprobar si alguna ventana estaba abierta, hasta que encontró una que tenía la del cuarto de baño abierta, añade el fiscal.

Allí, "pese a tener conocimiento de que sus moradores se encontrarían en su interior descansando, con el riesgo que ello supondría para la vida e integridad física de los mismos", agarró la cortina, le prendió fuego con un mechero y una vez envuelta en llamas la soltó hacia el interior de la vivienda.

En ese momento, un guardia civil, que por sus sospechas lo estaba persiguiendo, consiguió apagar el fuego y se inició un forcejeo entre ambos hasta que finalmente el acusado pudo ser detenido tras ser interceptado por otro agente.

El escrito del fiscal recoge que el informe del forense señala que "en el momento de los hechos, el procesado padecía un estado de dependencia al alcohol" y pide para D.C.T. un año de prisión por daños, diez por un delito de incendio, y otro más por atentado a agentes de la autoridad. Solicita además que el acusado ingrese en un centro de deshabituación.

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