Se dice que por la víspera se conoce al santo, han sido muchos días de preparativos, decoración, ensayos, etc. de tal forma que el ambiente estaba preparado.

Comienza la fiesta en el de­sayuno, felicitaciones, cantos, etc. Se continúa con la Eucaristía que ha sido solemne, festiva, participativa, de acción de gra­cias por la vida de Librada.

Seguidamente los aperitivos y comida en la que Librada ha tenido la gozada de reunir a sus cinco hijos, todos sus hijos y algu­nos nietos y su otra familia, la de la Residencia. Y tras un poco de descanso para los mayores, por la tarde se continúa la fiesta.

En este nuevo encuentro don­de se va a compartir la tarta de los 100 años nos acompañan unos 40 familiares de la Centenaria. Hijos, nietos, bisnietos y la familia de la Residencia mayo­res y personal. Entre todos se palpaba un ambiente fabuloso donde se volvió a cantar como durante todo el día el canto de la vida, se recordó la historia de Librada, con sus dificultades, ocupaciones, complicaciones, pe­nas y alegrías... pero que ella supo vivir con fortaleza, buen ánimo, ilusión y bondad.

Capaz de transmitir buen agra­do a todos los que están a su lado. Se le dedicaron unos versos, canciones por parte de la familia de la Residencia y un hijo en nombre de todos agradeció toda su vida de entrega, amor, cariño,... en tiempos difíciles.

Se le entregaron muchos re­galos entre ellos una placa de felicitación por los 100 años tan  bien vividos. Entre los nietos se encontraban tres muy buenos cantores que con la guitarra y el canto de todos y el baile de algunos hicieron que se aumen­tara la alegría y la fiesta.

Con estos 100 cumpleaños se ha vivido una hermosa fiesta de felicitación y homenaje a Libra­da por su vida que a pesar del propio deterioro resplandece co­mo un sol y da aroma como la mejor flor. También se ha hecho homenaje a la vida, la vida que Dios nos da y que vale la pena vivida.

Y en este Casa no es la única centenaria, hace más de dos años vivíamos otro homenaje a Cristobalina Luque Roldán, el 6 de mayo cumplió 102 años y Antonio Zamora Expósito, si Dios quiere y le da vida en abril de 2009 cumplirá 100 años.

Estupendo, encantados. Si Dios lo quiere, a vivir la vida como regalo, como don de Dios.

Tarta para la centenaria

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