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02. FANDANGOS Y FANDANGUILLOS
Con esas comparaciones y otros.
© Enrique Alcalá Ortiz
2923
Con esas comparaciones
nunca te puedo olvidar,
valen más tus condiciones
que el tren cargao de azafrán
con recargo de vagones.
2924
Corazones tiernos cantan
satisfechos de vivir;
nada piensan de su infancia,
pero se acuerdan de ti,
hermosa paloma blanca.
2925
Cuando estoy solo en mi cuarto
hablo con Dios y le digo:
"¿Por qué la querré yo tanto,
si se divierte conmigo
y se ríe de mi llanto?"
2926
Cuando sales a bailar
tienes tú gracia y salero,
porque llevas en la cara
dos estrellas y un lucero
y en medio la luna clara.
2927
Cuando salí de la iglesia
unos ojos negros vi,
y no sé cómo explicarme
lo que me hicieron sufrir
aquellos ojos de Carmen.
2928
Cuando yo era chiquitillo
me decían las mozuelas:
"Corre, corre, que te pillo".
Y ahora que soy grandecillo
corren de mí que se pelan.
2929
Cuando yo estaba en prisiones
en lo que me entretenía:
en contar los eslabones
que mi cadena tenía,
si eran pares o eran nones.
2930
Debajo de mi balcón
hay un charquito de agua;
no es que haya llovido,
son las lágrimas de Mari,
porque Pedro no ha venido.
2931
Debajo de tu ventana
tengo que pintar un pez,
una rosa catalana,
un clavel aragonés
y una clavellina indiana.
2932
Debía durar una madre
lo que dura una palmera,
para que tuviera un hombre
una mujer que lo quiera
y lo llame por su nombre.
2933
De cien que arrastran cadenas,
lo menos noventa y nueve
están sufriendo condena
por causa de las mujeres,
que casi ninguna es buena.
2934
Del lobo es la serranía,
los corales son del mar,
y esta mujer que es la mía
quien me la intente quitar
tiene que jugarse la vía.
2935
Dicen que el agua divierte,
quita penas y fatigas;
yo me arrimaré a una fuente
por ver si a esta pena mía
se la lleva la corriente.
2936
El borrico engolosao
detrás de una burra va
con el jopo estirasao,
y las orejas p'atrás
que paese que está esmayao.
2937
El corazón tengo herío
y la sangre la provoco
de ver lo que te he querío;
ahora te casas con otro,
y a mí me has aborrecío.
2938
El día que me casé
me se aumentaron los bienes
que me dijo la mujer:
"Aquí te vas y te vienes
que no te falta que hacer".
2939
El día que yo nací,
oí decir a mi abuela:
"Este niño es tocaor,
porque tiene castañuelas
y palillo pa el tambor".
2940
El hombre que yo más quiero
se lo lleva otra mujer.
A Dios le pido to el día
que si se casa con él
muera tísica perdía.
2941
El Padre Santo de Roma
me dijo que te olvidara.
Yo le dije: "Padre mío,
aunque me recondenara
yo a mi prima no la olvío".
2942
El que pierde a una mocita
piensa que lleva un galón;
lleva un letrero que dice:
"Asesina a ese ladrón,
qué mala sangre tuviste".
2943
En criticar y murmurar
el tiempo que has echao;
podías haberlo empleao
en blanquear tu fachá
que bien sucia l'has dejao.
2944
En el arca de Noé
estuve un año metido
para enseñarme a querer,
y por eso, vida mía,
no te puedo aborrecer.
2945
En la cuesta del Arlono
el coche se me averió,
y Tomás el Gordo decía:
"La madre que te parió,
donde tendrá la avería".
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