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38. ALPARGATAS DE CÁÑAMO
Ropas de hombre y de mujer.
Enrique Alcalá Ortiz
El hábito no hace al monje. Verdad. Pero el monje sin hábito sería un músico sin flauta, como un pájaro sin plumas, como un árbol sin hojas, como el viento quieto, como un niño sin risas.
Estamos en pleno proceso de pérdida de hábitos, porque seguramente las instituciones que los usaban se han disuelto o han cambiado de imagen. No me refiero a los hábitos talares, a los hábitos religiosos, sino a las ropas que usamos cotidianamente y que van demostrando a qué clase de cofradía social pertenecemos.
Nuestro pintor por antonomasia de las primeras décadas de siglo, Lozano Sidro, supo captar con sus pinceles dos clases de hábitos bien diferenciados y divergentes: hábitos de la sociedad burguesa madrileña, y hábitos de la sociedad proletaria prieguense. En sus escenas de pueblo, copiadas de los paisanos que veía en la calle, tenemos un verídico testimonio de hábitos en color. Y así sobresalen los del pueblo llano en cuadros tales como: Grupo de cortijeros, Parados, Picapedreros, En la feria de Priego, La canastera, Camino de misa, En la taberna, Encuentro en la plaza, etc.
Los hombres pintados en todas las ocasiones van cubiertos (excepcionalmente hay alguno sin cubrir). El sombrero es completamente indispensable en la vestimenta de la época. No se concibe una cabeza de hombre descubierta. Decían que cabeza cubierta, resfriado que huye, aunque, creo, que tapaban más bien cabezas que no se humedecían con aguas jabonadas y cráneos faltos de cabello. El sombrero, parecido al típico cordobés, de copa alta y ala ancha, es el más pintado y se usa inclinado ligeramente aun lado. Le sigue la visera y la gorra. Chaquetas, blusas abotonadas en la base del cuello, camisas y pantalones con piezas. Se completa el atuendo con zapatos y muchas alpargatas. Alpargatas con suelas de cáñamo tejido, lienzo de algodón con cintas para anudarlas a los tobillos o sin cintas.
Las mujeres van todas descubiertas. Sus pelos, divididos con una raya y recogidos en la parte de la coronilla, forman el rodete o moño y son coronados con peinetas y claveles. Tocas y amplios pañuelos cubren el vestido que llega hasta el suelo dejando a la vista escasamente los zapatos-alpargatas, y el principio de las medias de algodón. A la cintura se atan un delantal, complemento femenino tan indispensable como el sombrero para el mozo. Las perversas y eróticas mangas cortas aún no habían hecho su aparición.
Estas son las ropas que usaba el pueblo y por tanto las vestimentas que se nombran en las coplas, puesto que eran estas clases de personas las que componían y después la cantaban.
1. Ropa de hombre
2543
A mí me ha salido un novio
con el pantalón de pana,
y no le he dicho que sí,
porque no me ha dao la gana.
2544
Cortijero bailaor,
átate los alpargates,
no vayas a tropezar
y a mi novia me la mates.
2545
Dijiste que me querías
y yo no te comprendí,
teniendo una gorra blanca:
¿pa qué me quieres a mí?
2546
Gañancillo, gañancillo,
cálzate bien las albarcas
que las mocitas de ahora
se enamoran por las patas.
2547
Míralo por donde viene
el que a mí me tiene loca,
con el sombrero de lao
y el cigarrillo en la boca.
2548
Pregúntale a mi sombrero,
mi sombrero te dirá
las malas noches que pasa
y el relente que le da.
2549
¿Quién te ha hecho ese chaleco
con tanta zalamería,
que pareces un conejo,
moreno del alma mía?
2550
Si te se menudean
las hebillas en los pies,
si te se menudean
yo te las pondré bien.
2551
Si te vieras con la gorra,
quizá no te la pondrías
que parece tu cabeza
la panza de una botija.
2. Ropa de mujer
2556
A esa niña que hay en medio
se le ha caído el volante
y no lo quiere coger
porque está su amor delante.
2557
Como estamos en la feria
las muchachas se dislocan,
por ver la que mejor saca
los pañuelos y las tocas.
2558
Cuatro delantales tengo
ninguno tiene cenefa,
de cuatro novios que tengo
ninguno tiene vergüenza.
2559
Cuatro delantales tengo
y ninguno tiene pinzas,
de cuatro novios que tengo
ninguno tengo a la vista.
2560
Dicen que las medias negras
son una curiosidad,
y yo digo que es mentira,
son puercas por no lavar.
2561
Estoy queriendo a una niña
con el vestido marrón,
la chaqueta azul marino
que me roba el corazón.
2562
La mujer que es chiquitilla
y se pone mucha ropa,
parece la canastilla
que el aire le hace pompa.
2563
Me dijiste chiquitilla
y se me olvidó decirte
que la mujer chiquitilla
con menos tela se viste.
2564
No me mires a la cara,
ni a las medias, ni al zapato,
que yo tengo quien me mire
desde arriba hasta abajo.
2565
Tiene mi niña una bata
que parece un barco andando;
ahora sí que estamos bien:
tú con bata y yo cantando.
Variante: ?que con la gorra pareces?.
Una dola, tela, catola, de Carmen Bravo-Villasante, Ed. Miñón, pág. 91, la recoge igualmente.
Variante: ?desde lo jondo a lo alto?.
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