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08. SEMBLANZA DEL AMOR HUMANO (II)
No todo en el amor es dichoso. Pruebas al canto.
© Enrique Alcalá Ortiz
2. Penas de amor
1846
Al almendro más florido
fui a contarle mis dolores,
y de pena que le dio
se le cayeron las flores.
1847
Alegrías cuando vienes,
tristezas cuando te vas,
tienes a mi corazón
en un continuo pesar.
1848
Amor no me pegues palos,
mira que no soy de bronce
que las piedras se quebrantan
a fuerza de darles golpes.
1849
Amor, ¿no te da fatiga
de verme como me ves?
¡No tengo noche ni día
de pensar en tu querer!
1850
Anda, vete, que no quiero
contigo conversación,
que la poca que he tenido
me pesa en el corazón.
1851
Anoche me emborraché
y me emborraché con vino,
si esta noche no te veo
ya llevo el mismo camino.
1852
Aunque me veas amarilla,
amor mío, no es de nada,
que son tus malas partidas
que me salen a la cara.
1853
Callejuela sin salía
calle de los siete cielos,
donde se van a vivir
los que no tienen consuelo.
1854
Compañerita del alma,
el querer quita el sentío,
lo digo por experiencia
porque a mí me ha sucedío.
1855
Corazón mío, no llores,
no me seas novelesco,
que si te han dado mal pago
tú lo darías primero.
1856
Cuando cierras la ventana
al golpe de la madera
se queda mi corazón
como el panal de una cera.
1857
Cuando dices que me dejas
sufro y lloro tan de veras,
que las vecinas de abajo
se quejan de las goteras.
1858
Cuando yo estaba llorando
tú me dabas un pañuelo,
pero ya se me ha perdido
y ya no tengo consuelo.
1859
Debajo de tu ventana
a llorar yo me ponía,
y tú chiquita de tiempo
toíto te lo creías.
1860
De pensar en ti no como,
se me conoce en la cara,
me tiene de esta manera
la virgen de la cuchara.
1861
Dicen que la mar divierte,
quita penas y fatigas;
yo me arrimé a una fuente
por ver si el agua me anima.
1862
El que tiene una penita
se le conoce en la cara;
yo como no tengo pena
no se me conoce nada.
1863
En el campo me crié chiquita
y con verdes lazos,
aquél que llora por mí
me está haciendo pedazos.
1864
En el jardín del amor
yo me he atrevido a entrar
sin fijarme en las espinas
que me has dejado clavás.
1865
Estoy malito en la cama,
malito y con calentura
y no me vienes a ver:
¡corazón de piedra dura!
1866
Hasta el aire que respiro
me lo han querido robar,
ábreme la puerta, niña,
que me voy a desangrar.
1867
La pena de un ciego es grande
que no ve por onde va,
pero más grande es la mía
que no sé si me querrá.
1868
Las flores de tu ventana
no me miran cuando paso;
las lágrimas de tus ojos
las riegan si me retraso.
1869
Las palabras del amor
son más dulces que la miel,
pero llegan ocasiones
que amargan como la hiel.
1870
La violeta es de color triste
y se cría en el arroyo,
con eso quiero decirte
que, si me olvidas, no lloro.
1871
Los pajaritos y yo
nos levantamos y a un tiempo:
ellos cantando sus trinos,
yo lloro mi sentimiento.
1872
No preguntes por mi nombre
que mi nombre se ha perdío,
pregunta por desgraciao
que ése es mi propio apellido.
1873
¡Qué amarillita que estás!,
¡qué cargadita de ojeras!;
voy a quererte de nuevo
que no quiero que te mueras.
1874
¿Qué tienes que triste estás, boquita de caramelo, sabiendo que soy leal y a ti solita te quiero?
1875
Qué triste que está la luna
y el lucero le acompaña,
lo mismo se queda un hombre
cuando una mujer le engaña.
1876
- ¡Qué triste que va la luna!
- Es que ha comido melón.
- ¡Qué triste se pone un hombre
cuando le dicen que no!
1877
Si cuando yo te lo dije
me hubieras dicho que no,
tantas no fueran mis penas
ni tan grande mi dolor.
Variante: ?a mi corazón lo tienes?.
En otras versiones: ?embelequero?.
En este verso, sin lugar a dudas, falla la memoria
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