-
07. ANTOLOGÍA DE PERCY. (José Madrid Mira-Perceval) (III)
Comprende las poesías: "Por culpa del apellido", "Honestidad", "El amor", "En technicolor", "Clavelomanía, "Notas de humor", "Acertijo", "Nobleza obliga", "Mi última voluntad"
© Enrique Alcalá Ortiz
POR CULPA DEL APELLIDO
No me explico la manía
que de repente te ha entrado,
no querer para María
al joven Pepito Aguado
cuando es la lotería
que por las puertas se ha entrado.
Sabes que tiene dinero
y que tiene propiedades,
que estudia para ingeniero,
tiene buenas cualidades
en su clase es el primero
de familias principales.
-Sé que es elegante y fino,
que está muy bien educado,
que será un yerno divino
como no lo habré soñado;
pero a mí me gusta el vino
y me horroriza el Aguado.
HONESTIDAD
Un agente comercial,
de estos de papelería,
fuese un día a trabajar
a un pueblo de Andalucía,
algo atrasado en verdad.
A un guardia municipal
le preguntó sonriente
si le podría indicar,
si no tenía inconveniente
la Casa Consistorial.
El guardia con gesto frío,
le contestó displicente,
no hay de eso aquí, amigo mío,
esto es un pueblo decente
y nunca se ha «consentío»
que se pervierta la gente.
EL AMOR
¿Qué es el amor fraternal?
¿Cuál es el amor de hermanos?
¿Qué se quitan un real
y se vienen a las manos,
y si es preciso matar?
¿Qué es amor de las naciones?
¿Qué es amor de vecindad...?
¿El preparar los cañones,
mujeres, niños, matar,
y destrozar poblaciones?
¿Qué es amor de caridad?
¿Qué es el verdadero amor?
¿Qué el que tiene, si te da,
es un «perdona por Dios,
que la cosita está mal»?
¿Y el amor que es ciego y niño?
¿Y el amor de juventud?
¿No es tan sólo un puro aliño?
No es, ¿«cuanto tienes tú,
pues tanto tiene mi niño?».
Yo escuché a persona fina,
para mí un gran señor,
esta frase tan... cochina,
que la antorcha del amor
se enciende en la trascocina.
¿Qué les pasa a los mortales?
¿Qué nos ocurre Señor?
¡Qué síntomas más fatales!
Qué no queda más amor
que el de limpiar los metales.
EN TECHNICOLOR
NEGRO
¡Jesús, qué sofocación!
¡Jesús, qué vida más perra!,
es tan... malito el carbón
que toda me pone negra,
¡todo se vuelve tizón!
UNO ROSA
Si es hombre es un zulú.
Si es mujer diría otras cosas.
Al Corazón de Jesús,
No deben robarle rosas.
AHORA UNO BLANCO
La leche quiere subir
los lecheros atrevidos.
?No se debe consentir,
?Hombre si el agua ha subido!
?Oh, perdona, entonces sí.
CLAVELOMANÍA
¿Artistas?... hay que llamarlos,
son gente de voluntad
que me adornan los retablos
de Cristos y Soledad,
¿Nazarenos? ¿Columnarios?
¿Ortiz Serrano? ¿es Madrid?
¿es Parra? ¿Seminaristas?
¿Alguna dama de aquí?
Que más da; es un artista
aunque no se llame así.
Ponen miles de claveles,
damascos y terciopelos
de oro, ricos manteles,
gasas de nubes de Cielo
y magníficos joyeles.
Los Higueras y Martín
hacen sus combinaciones
y ponen de luces mil,
mucha cera, reflectores
que no paran de lucir.
Todo el trabajo de un día
se quita tras la función;
todos claveles querrían,
pero no por devoción,
es? por ¡clavelomanía!
NOTAS DE HUMOR
En los palos de la baraja.
Sepan ustedes que:
Los toreros son espadas.
Los taberneros, copas.
Los cortijeros, bastos.
Y los cines son... oros.
ACERTIJO
¿Cuál es el nombre
y pronombre
del hombre
que se apellida capital,
después le siguen las vistas
y termina con un Val?
Si no lo sabe ninguno,
que pregunte casa Arturo.
NOBLEZA OBLIGA
De ADARVE su Director
que es hombre de buen criterio,
además de un gran Señor,
me pide que escriba, en serio,
en la Semana Mayor.
Lo prometo, sí Señor.
Los chistes hoy terminados
porque un Hombre, por mí
por redimir mis pecados de amor
murió en cruz: El Redentor.
Semana Mayor, ¿lo dudas?
días de recogimiento,
semana como ninguna,
semana del Prendimiento.
Pero..., somos tantos Judas!
Es semana de oraciones,
son días de sacrificios
semana de confesiones,
y confesar nuestros vicios,
¡porque somos tan... sayones!
Sin chistes hoy, pues que pase,
me parece lo mejor
de conciencia hacer examen;
y ponerme bien con Dios
que buena falta me hace.
MI ÚLTIMA VOLUNTAD
Como yo me he de morir,
como todos los mortales,
quiero por esto escribir
mis últimas voluntades.
Cuando esté «cuerpo presente»,
no me hagan velatorio
que se molesta a la gente
y además es un «jolgorio».
Que no me líen en la sábana,
aunque esto sea lo corriente,
que a mí no me da la gana:
quiero ir de penitente.
Que no me hagan novenario.
Una misa en la Columna.
En casa, en casa el rosario,
no me gusta «la nocturna».
Que lo que pueda costar
el hacer el novenario...
unas misas y rezar
en la ermita del Calvario.
Una cajita decente,
que no cueste una locura,
y aunque critique la gente
entierro de un solo cura.
Lo que se puedan gastar
en pompas y funerales
una gran limosna dar
a pobres sin dos reales.
A la hora de marchar
en hombros de seis o siete
nada, nada de gritar
ni me digáis: ¡Adiós Pepe!...
Al llegar la conducción que no lleven los pendones
porque bastantes ?pendón?
he sido yo?, en ocasiones.
2532 Veces visto -
|