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03. INTRODUCCIÓN (III)
Aspectos ortográficos y dialectales. La forma.
© Enrique Alcalá Ortiz
Aspectos ortográficos y dialectales
Ya Rafael Jiménez Pedrajas deduce que Agustín Valera "debió de ser un hombre culto". Nosotros que estamos acostumbrados, por nuestra profesión, a estar en contacto con muy diversos tipos de letras, corroboramos de una forma absoluta su afirmación. Y esto es así, porque a lo largo de todas sus páginas no nos hemos encontrado ninguna falta de ortografía. Lo cual en el año 1894 indica, si no una cultura universitaria, sí un alto nivel de instrucción y cultura.
En la colocación de la tilde en las sílabas tónicas -la Real Academia de la Lengua Española ha dado normas diferentes hoy- es donde hay algunas diferencias con la ortografía actual. Así, por ejemplo, pone tilde en alguna vocales que forman palabras monosílabas: "si la quiero ó no la quiero"; "yo pensé treparlo á él"; "de la isla é San Fernando". Algunas palabras llanas también reciben tilde de una forma indebida actualmente: "El viérnes le di de palos". Y, últimamente no acentúa los hiatos: "Más grande es mi desvario", "Son los días que tiene un año".
Debemos, de nuevo congratularnos porque A. Valera supo darse cuenta de un aspecto importante: el código lingüístico de las coplas. Esa forma de hablar tan diferente que es el resumen y expresión de la cultura diferenciada del pueblo andaluz. Se acerca -y se atreve- a escribir algunas expresiones en forma dialectal, aunque no lo lleva al extremo de intentar transcribir todo al aspecto fonológico -fonético que intentó en sus recopilaciones Antonio Machado Álvarez, por citar alguno de los folkloristas más destacados. De esta forma, pues, tenemos aquí alguna de estas peculiaridades: pa (pág. 72, n° 119) , ( pág. 65, n° 45), (pág. 67, n° 64); tizconcillo, (72/112); esaboría, (63/15); desprecié, (63/14); jecho, (73/138); ajogando, (73/ 129); usté, (67/67), (67/61); escondío, (195/1); metío, (64/32); perdío, (195/1); partías, (64/32); cuergan, (73/135); roete, (71/105); colorao, (63/21); marío, (199/1); puñalaíta, (70/98); vestío, (64/23); rompío, (64/23); jasta, (64/23); aluego, (73/133); reló, (64/33); podío, (73/ 134); perdías, (73/131), (69/91); redoblaos, (73/131); toos, (62/1); jonda, (68/79); requerío, (68/79); e, por de, (63/18); mercés,(69/790); toítos, (74/142); prevalicar, (74/142); caío, (65/37); jallo, (65/37); salía, (66/53); toíticos, (75/154); puñeterías, (66/51); quereles, (75/154); jable, (63/22); comparao, (68, 69/81); disgustaos, (68, 69/81); recao, (63/16); cáliz, por cálices, (62, 63/12); arrecogiendo, (62, 63/12); pasao, (62/1 1); sus, por os, (71/113); caenita, (67/61). Relación que hemos dado siguiendo el mismo orden en el que presentamos las coplas.
Está muy lejos de nuestro objetivo, en la presente obra, estudiar el léxico de las coplas flamencas. Nos hemos limitado a resaltar y reflexionar sobre el hecho de la aparición de expresiones populares y localismos que aparecen en nuestro testimonio escrito.
Existen igualmente muchos lexemas arcaicos que son verdaderos restos arqueológicos, o están en trance de serlo, pues muy difícilmente se usan en la actualidad en el lenguaje oral o escrito en el sur de la provincia de Córdoba. Entresacamos las que creemos que están en este apartado: indiana, (68/76); cuatro cuartos, (195/5); libretas, medida de peso, (195/5); balumba, (70/101); sandunga, (70/101); ochavo, (195/ 1), (196/6); justillo, sujetador, (195/7); real de a ocho, (66/56); un cuarto, moneda, (195/6); ético, (68/71); currutaco, (194/2); mellique, (62/1); mercés, (69/90); migueletes, (194/5); cachigordita, (198/41); mercar, (63/17).
La forma
Pasamos ahora a ver la distribución de las coplas bajo la óptica métrica, haciendo a la vez un pequeño análisis estático y dinámico, al comparar las coplas de A. Valera con las recogidas oralmente. Para esto veamos el siguiente cuadro de composición y estructura:
N° |
DESCRIPCIÓN |
Uni-
dades |
% del
total |
Orales |
Orales con
variantes |
Resto
escritas |
1 |
Copletas de cuatro versos |
176 |
78.92 |
11 |
22 |
143 |
2 |
Seguidillas y siguirillas |
21 |
9.42 |
|
4 |
17 |
3 |
Soleares de tres versos |
15 |
6.73 |
|
|
15 |
4 |
Quintillas de cinco versos |
5 |
2.24 |
|
|
5 |
5 |
Trovos |
4 |
1.79 |
|
|
4 |
6 |
Seguidillas con estribillo |
1 |
0.45 |
|
|
1 |
7 |
Romances |
1 |
0.45 |
|
|
1 |
TOTALES |
223 |
100 |
11 |
26 |
186 |
MACHADO Y ÁLVAREZ, Antonio, presentó sus coplas intentando acercarse a la forma de hablar gitano-andaluza.
A partir de ahora la datación la ponemos en forma de fracción: el primer término presenta la página de A. Valera y el segundo el orden que él le dio.
Un análisis exhaustivo y profundo de los valores léxicos y semánticos del vocabulario del rico folklore andaluz, se puede encontrar en la obra de Miguel Ropero: El léxico andaluz de las coplas flamencas, Ediciones Alfar, Sevilla.
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