-
11. BALADA DE UNA AMPLIACIÓN
Colegio y compañeros.
© Enrique Alcalá Ortiz
Mis dos ojos se me agrandan
y miles de vueltas dan
cuando veo los deseos
de hace una eternidad
convertidos ya por fin
en argamasa y cristal.
Nos rebota en nuestra vista,
es hoy una realidad
una ilusión muy esperada
de esta colectividad.
No me lo creyera, amigos,
como aquel Santo Tomás,
si con mis dedos de carne
yo no pudiera tocar
los largos puentes colgantes
que de nave a nave van
copiando las construcciones
del rey Asurbanipal.
Son los patios espaciosos
donde ya podrán jugar
nuestros chicos, nuestras chicas,
sin tenerse que estorbar,
divididos en los ciclos
como el programa escolar.
Mis dos ojos se me agrandan
y miles de vueltas dan.
Ya no tendremos problemas
a la hora de atravesar
las galerías cubiertas
para mensajes llevar.
El agua que antes caía,
nunca más nos caerá.
La lluvia ya no molesta,
pero.. ¿cuándo lloverá?
Ya no tendremos problemas
para poder dialogar,
pues todos cabemos dentro
de esta sala colosal.
Sentados y muy tranquilos
no tendremos que empujar
al compañero de al lado
para podernos sentar,
y sentarse tan tranquilos
sin tenerse que empujar.
Cesaron los empujones
al de al lado y al de atrás,
en esta sala cabemos
casi medio centenar.
Mis dos ojos se me agrandan
y miles de vueltas dan.
Su enorme puerta de acceso
cual castillo medieval
Southfort moderno la llaman
así se ha dado en llamar.
Y me pregunto, maestros,
yo me he de preguntar
que si no hay un J. R.
algún Boby existirá
que fuera de puerta en puerta
-cual fraile pidiendo pan-
y consiguió presupuesto
para poder proyectar
y después juntar ladrillos
y poder edificar.
No seamos mala Sue Helen
la que cornamenta da;
mas bien la bella Pamela
con sus caricias sin par,
pues un rancho en las Españas
es difícil de encontrar.
Mis dos ojos se me agrandan
y miles de vueltas dan
cuando veo los deseos
de hace una eternidad
convertidos ya por fin
en argamasa y cristal.
Los sueños son estas obras
que hoy se inaugurarán.
Demos nuestra enhorabuena
al que logró reformar
el minúsculo colegio
de don Ramón y Cajal.
Camacho Melendo era,
pero ya se llamará
el CAMACHÓN MELENDÓN
por toda la eternidad.
Son personajes de la serie televisiva americana "Dallas", muy famosa por entonces. Fue leída con motivo de la ampliación llevada a cabo por Pedro Sobrados Mostajo, director del Colegio, y por entonces, Alcalde de Priego.
2441 Veces visto -
|