-
02. TE OSCURECISTE DE NOCHE (I)
Soleares del amor primero.
© Enrique Alcalá Ortiz
18
e oscureciste de noche
con ese vestido negro
que en tu cuerpo es un derroche.
19
Apenas oía tu voz.
Eras un eco apagado
con todo tu resplandor.
20
Te metí en un bolso negro,
pero se rompió la llave
que cerraría tu cuerpo.
21
Empecé por tu final.
Continué haciendo camino
sin lograr finalizar.
22
Operando de revés,
pues caminando derecho
no nos podemos ni ver.
23
Que no me recuerde nadie
que ese cabello tan negro
habrá otro que lo palpe.
24
Tan dulce, tan delicada,
como esas flores ocultas
y por las yerbas guardadas.
25
Estamos siempre de acuerdo:
tú cuando dices un sí,
yo con un no te contesto.
26
Te traje de importación.
Todo el mundo te miraba
con ojos de inquisición.
27
Nadie que ame creerá
que su camino de frente
deja un vacío detrás.
28
En cuanto a vernos de nuevo...
Dejemos que el río corra
en su crecida de invierno.
29
Con mi renuevo he de darte
nuevas formas de existir
de lo más interesantes.
30
Se cumplió en mí el milagro:
con tu presencia flotaba
mi cuerpo como el de un santo.
31
Para coger lo que tengo
tú tienes muy pocas manos
y muy poco entendimiento.
32
Me prestaron los amores.
Cuando quise devolverlos
rebosaban los dolores.
33
Te ocupé completamente.
Dejé mi sitio vacío
porque quería tenerte.
34
La imaginación me falta.
Se me nubla la cabeza
cuando por mi lado pasas.
35
Tu cuerpo cerca del roce,
en proximidad de tactos.
El mío con vibraciones.
36
Has de reformar tu cara
que se muestra en tal falseta
de notas sin pentagrama.
37
Algún que otro mis deseos
que a borbotones me salen
darán en la diana, creo.
38
Para subirme a tu pelo
no necesito escaleras,
basta con lo que te quiero.
2440 Veces visto -
|