-
26. DIAGONAL
Y los poemas: 27. Pasó. 28. Pastora. 29. Frustación. 30. Ebrio.
© Enrique Alcalá Ortiz
Diagonal
en cuadrilátero rectángulo.
De un vértice
a otro.
Como el hielo
de los polos,
blanco sin ser eternidad.
Diagonal,
hipotenusa exacta
de un teorema
perfecto.
27. PASÓ
Pasó el tiempo.
Convirtió en sangre blanca
la sangre roja de juventud.
Cual bajel de la noche
dejó en mi memoria
los mejores recuerdos de mujer.
Argentinos de sabores.
Pasó el tiempo.
Enrareció las aurículas
y ventrículos de mi ser
que no podrá blanquearse
ni con sosa.
De diosa única de mi yo
enamorado de mi senectud,
eres hoy magnitud inconmensurable,
número logarítmico irracional.
Pasó el tiempo;
para nosotros sólo
en la forma de conjugarlo.
28. PASTORA
Te he mirado.
Seca de risas
y de besos, vieja
a mis ojos has parecido.
Fuiste pastora de amores.
El patrón te despidió
por más sindicatos que anduviste,
a pesar de los oficios
que la máquina soportaba.
Deja tu anhelo pastorcilla.
Quien no sabe cuidar
una oveja, ¿cómo cuidará
un rebaño complicado?
Oveja tuya fui.
Carnero de otra soy.
Te he mirado al pasar.
Astillas es tu viejo cayado.
29. FRUSTRACIÓN
Mis amores se traslucen
en tu cuerpo de formas
onduladas.
Tu cuerpo
de epilépticos temblores.
Tu cuerpo, trozo de marfil
blanco africano.
Tu cuerpo.
Apartado de él tu cara,
solitaria rosa,
donde mis besos son puñetazos
de un peso pesado
en el ring de los anhelos.
Tu cara.
En ella los labios,
hojas secas, meta sin premio,
en mis frustrados deseos.
30. EBRIO
Racimos de uva
fueron los besos
que me diste a comer.
Su mosto me embriagó
de tal manera,
que ausente de sentidos,
mi persona se tambaleó
alunizando en tierra
y perdió su equilibrio
que de estable
pasó a indiferente.
(Sin saber lo que eran
presiones atmosféricas
ni curvas de nivel,
soñaba con tus labios,
racimos rojos de uva
que sabían ponerme ebrio.)
2444 Veces visto -
|