-
04. NOTÉ TU CUERPO SEDOSO (II)
Soleares de amor.
© Enrique Alcalá Ortiz
73
Quiero que me digas
cuántos años tienes.
Cuando me lo digas,
que no me entere.
Porque yo no
tengo porque saber
la edad del sol.
74
Habrá un poco de contraste
cuando los dos nos pongamos
con nuestros cuerpos delante.
75
Aún no he caído en la cuenta:
¿el por qué corren los vientos
cuando pasan por mi puerta?
76
Pasaste la de Caín,
porque te fuiste con otro.
¡Mira que te lo advertí!
77
Como el bálsamo calmante
que quita nuestros dolores
al momento de aplicarse.
78
No me sostengo con verte,
que necesito contactos
para poder mantenerme.
79
No te daré plata y oro:
te ofrezco sólo promesas
y mis deseos más locos.
80
Instauré un flamante reino:
quise poner novedades
en tu anticuado gobierno.
81
Sin aire que te rodee
tienes un hueco completo
que algún día yo rellene.
82
Quise ser un buen platero
para modelar ese oro
que recubre tu salero.
83
Porque llegas de la mano
de lo que manos no tiene,
es por eso que te llamo.
84
En tanto en cuanto tú eres
como aquella mariposa
que viene y no permanece.
85
No están vacías mis arcas,
que las vendí en el mercado
a una rica hacendada.
86
Sobre ese particular
no tengo nada que hablarte:
lo mejor será callar.
87
Con esa convocatoria
esperas el candidato
que te suplique por novia.
88
Cuando te pongas al día
ya habrás cogido la onda
de esta emisora mía.
89
Ya que todo contradices
no pienso decirte nada
para que tu voz no chille.
90
No me ajusté a tus aromas,
por eso nos peleamos
sin cesar a todas horas.
91
Para mí eres elegante,
no hace falta que te vistas:
tú sólo ponte delante.
92
Me quedé depauperado.
Te di cuanto poseía
y que tenía guardado.
93
Para vivir: este pueblo
que retiene en sus mujeres
el aroma del deseo.
94
Por los dimes que dijeron
y que diciendo tú fuiste
nuestros amores murieron.
95
Me deslumbré con tus focos,
tuve que apagarlos rápido:
me estaban volviendo loco.
96
En tu fachada exterior
me pusiste dos reclamos
para que picara yo.
Y muy feliz en hacerlo,
salí corriendo a picarte
pues me gustaba el anzuelo.
97
Pensé: que abierto camino.
Pero encontré solamente
un oscuro laberinto.
2438 Veces visto -
|