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07. JUBILACIÓN QUE DE JÚBILO
Jubilaciones y homenajes.
© Enrique Alcalá Ortiz
Te licencias, te jubilan,
en estos días de hogaño;
jubilación que de júbilo
llena jubiloso el ánimo.
Suenan aires veraniegos
buscando Castil de Campos.
Aires de fiesta y contento
en busca de un jubilando.
Desde Priego hasta Castil
suenan aires de descanso,
aires de zambra andaluza,
sones muy lejos del llanto.
Aires dóciles de flauta,
aires que manan de un canto
con notas altas y bajas
que todos interpretamos
con más o menos fortuna
en la fuente del trabajo.
Te licencias, te jubilan,
en estos días de hogaño;
jubilación que de júbilo
llena jubiloso el ánimo.
Jubilando, jubilemos
algunos sexagenarios
donan leyes "logseadas"
a sufridos funcionarios.
Sin una sombra de duda,
y ni un momento dudando,
esperaste al día dos
con papeles bajo el brazo.
El día uno no corriste
porque no abrían despachos.
Era fiesta, y en las fiestas
descansan los empleados.
Se adelantaron los reyes
que todos tienen por magos.
Con el expediente en curso
esperabas el verano.
Tachando día a día ibas
los días del calendario
y de cruces lo llenaste
como si fuera el calvario.
Parecía que tenías
ganas de ser jubilado.
Jubilación que de júbilo
llena jubiloso el ánimo.
Emilia, Antonia y María,
hoy te verán descansando
de una labor iniciada
hace ya treinta y dos años.
Cientos de alumnos campeños,
miles de nuestros paisanos,
ocuparon los pupitres
y aquellas bancas de antaño.
Le enseñaste como enseñan
los maestros más honrados.
La Básica General
Enseñanza que dejamos,
te hizo enseñar Sociales,
y los votos democráticos
de Escolares Consejos
te concedieron el mando
que usarías... siempre bien,
y que ya tan bien usado
dejaste sobre la mesa
para irte acomodando
en la vida que hoy inicias
y que serán los preámbulos
de unas horas liberadas
donde no existen horarios.
Jubilación que de júbilo
llena jubiloso el ánimo.
Que el júbilo no decaiga,
ya estés la huerta regando,
recolectando aceitunas
o de paseo en el campo.
Ya estés en el bar de Dioni
con un brebaje en las manos
acusando las cuarenta,
o cuando leas la prensa
o algún libro extramundano.
Que te suban cada mes,
que te vuelvas millonario,
que disfrutes cada día
como en los aniversarios.
Y que tu alegría cumpla
sexenios y centenarios,
y que las palmas que suenan
te sirvan de fuerte abrazo[1].
(Posdata):
Jubilación que de júbilo
llena jubiloso el ánimo.
A Manuel Vílchez García con motivo del homenaje de sus compañeros en el día jubilación. Priego, 29 de junio de 1994. El público asistente a coro recitaba el estribillo.
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